Sting PDV:
Después de haberme empotrado a Rogue contra la mesa del comedor ordené a los criados que recogiesen todo.
Salí del comedor y me dirigí otra vez a la sauna, necesitaba relajarme, no sé qué me estaba pasando.
Me desvestí, dejé la ropa tirada por donde cayó y me metí en el agua caliente.
- Ah... - suspiré.
- Ah... - suspiró.
- ¡¿Quién anda ahí?! - grité sobresaltado.
- ¡Ji, ji, ji! - rió una voz dulce e infantil - Qué miedica eres, Sting.
- ¡¿Quién coño eres?!, ¡Muéstrate!
- ¿Podrías dejar de gritarme así?
Una mano se posó en mi espalda. Me giré en posición de defensa y delante mío me encontré una niña pequeña que sonriendo me dijo:
- ¡Hola, Sting!, ¡Me alegro de conocerte!
- ¡Guardias!
- ¿Por qué les llamas?
- ¡Quita! - la intenté apartar con la mano, pero no conseguí tocarla, no porque no la alcanzáse, sino porque mi mano cruzó su cuerpo... Su cuerpo espiritual.
- ¡Ji, ji, ji!, ¡Exacto!, ¡No soy humana! - dijo la niña sonriente.
- ¿Qué sucede alteza? - preguntó un guardia.
Miré a la niña, que todavía seguía sonriéndome de manera juguetona pero a la vez, pícara.
- Nada... Puede retirarse. - respondí mosqueado.
- ¡Ji, ji, ji! - seguía sonriendo.
El guardia se retiró y nos quedamos la niña y yo solos en la sauna otra vez.
- ¿Qué quieres de mí? - pregunté.
- ¿Yo? - preguntó inocente la niña - Nada. Sólo he venido para verte.
- ¿Qué quieres?, ¿Dinero?, ¿Sirvientes?, ¿Tierras?
- ¿Yo?, ¿Para qué?
- Todo el mundo quiere poder, es lo único que mueve este mundo.
- Por eso estoy aquí exactamente.
- ¿Por el poder?
- No. Por tu visión sobre el mundo.
- ¿Cómo?, ¿Que me vas a dar lecciones tú a mí niñata? No me hagas reír.
- Lo sé todo sobre ti. Todo.
- Sorpréndeme.
- Sientes cosas por ese sirviente tuyo, el que responde al nombre de Rogue, por eso estás tan confuso y es la razón por la que estás ahora aquí.
- No es cierto. - respondí tajante.
- Lo es y lo sabes.
- ... - callé.
- Bueno, déjame presentarme: Me llamo Shino y vengo más allá de lo que tu conciencia es capaz de imaginar. Encantada.
- Tch... - refunfuñé.
- ¡Ji, ji!, ¡Qué mono estás enfadado!
- Olvídame.
De repente noté una mano sobre mi mejilla. Intenté apartarla de nuevo. Pero no conseguí nada.
- Tranquilo Sting, estoy aquí para ayudarte.
- ...
- ¡Ji, ji, ji! La verdad es que eres más guapo de lo que me imaginaba, pero con esa cara de enfadado que traes siempre pierdes mucho... Es una pena.
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Esclavizado [Stingue]
FanficEse día Rogue Cheney, herrero de su aldea, se levantó sin saber que esa misma mañana iba a ser esclavizado por Sting Eucliffe, monarca del reino de la futura Fiore. Lo que pasa entre ellos en público puede ser comentado, pero lo que hacen en privado...