3. Selección

365 35 6
                                    

Rogue PDV:

Seguí los pasos del rey Eucliffe. Cruzamos casi todo el palacio hasta llegar a un inmenso pabellón que se parecía a una iglesia. Parecía mentira que hubiese una habitación de esas dimensiones dentro del castillo.

En la parte alta central del pabellón se encontraba un trono dorado resplandeciente. El rey avanzó hacia él y se sentó. Yo me coloqué detrás un poco alejado de él.

- ¡Adelante! - gritó el rey.

Las puertas de la parte sur del pabellón se abrieron de par en par y pasaron el anciano que recogió antes en el pueblo y un guardia que lo arrastraba de unas esposas. Se pararon delante del monarca.

- Por favor, señor... - decía el viejo rogando por su vida.

- ¿Y tú para qué me puedes servir? - preguntaba dubitativo.

- Yo, señor... Ya soy un anciano... No le sirvo para nada más que estorbar... Por favor, déjeme volver a mi aldea...

- Vale, ejecutadle... - respondió con indiferencia.

- ¡Pero...! ¡Señor mío! - saltó el anciano asustado.

- Ven aquí. Lame. - le dijo enseñándole una de sus botas.

El anciano no se lo pensó, subió las escaleras lo más rápido que pudo y cogió la bota que el monarca le había mostrado. Pero cuando acercó su boca a esta el rey soltó una patada certera en su boca. La cabeza del anciano voló hacia atrás llevándose el cuerpo también por las escaleras. Cayó por todas las escaleras. Pensé que estaba muerto cuando llegó al suelo.

- Ah... - gruñía de dolor.

No lo aguanté más y corrí en su ayuda. Ver a alguien de mi pueblo natal tratado así me estaba matando por dentro.

- ¡Esclavo! ¡Regresa! - gritaba el rey enfurecido.

Volteé al anciano y vi que tenía la boca bañada en sangre. No lo aguanté más.

- ¿¡Usted lo ve normal!? - le respondí.

- ¿CÓMO? - el rey bajó hacia donde mí.

- No se preocupe señor, todo está...

El rey me agarró de la nuca, me levantó con toda la fuerza que tenía en ese momento y me asestó una bofetada en la cara que me volvió a tirar al suelo. Una vez allí el rey no sé conformó y me volvió a golpear pisándome el estómago. Empecé a toser y a retorcerme del dolor.

- ¡Lleváoslo! - gritó el rey.

El guardia volvió a arrastrar al anciano hasta la puerta, salieron y nos volvieron a dejar al monarca y a mí solos. Me agarró del cuello.

- Atrévete a volver a contestarme así y no vivirás para contarlo puta basura de mierda. - me dijo mirándome lleno de ira.

- Ah... Vale... - le respondí cuando me recuperé un poco.

- Joder... - me soltó - ¡Sube!

El rey volvió a sentarse en su trono y yo poco a poco volví a colocarme en el sitio de antes, detrás de él.

- ¡Siguiente, joder! - volvió a ordenar.

Esta vez pasó una chica. Era bastante más joven comparada al anciano de antes, pero tenía tanta vitalidad resistiéndose al guardia que parecía una quinceañera.

- ¡Para joder, SUÉLTAME! - gritaba la mujer.

Fueron avanzando por el pasillo poco a poco y al cabo de tres minutos resistiéndose al final la chica se cansó y cayó sobre la alfombra.

- ¡Hijos de puta!, ¡Soltadme! - gritaba la chica.

El monarca bajó las escaleras y yo le seguí, pero manteniendo distancias.

- Pero bueno... Veo que tenemos a una chica guerrera entre nosotros... - dijo el rey Eucliffe sosteniendo la cara de la muchacha por la barbilla.

Lo siguiente que hizo la chica fue lo peor que se le pudo haber ocurrido en aquél preciso momento. Escupió en la cara al rey Sting Eucliffe.

Se hizo el silencio. Solo se le oía a la chica hiperventilar.

- Se acabó. - el rey desenvainó una espada, la alzó sobre la chica, y cuando bajó su brazo, yo me abalancé sobre él sujetándole el brazo impidiendo que la espada cayese sobre la cabeza de la chica.

- Traición... Esto es el colmo. - el rey tiró la espada furioso - ¡¡¡Fuera de mi puta vista mujer!!! - el rey gritó tan lleno de ira que la piel se me estremeció dejándome casi helado - ¡A la puta celda roja!

- No, eso sí que no. - el guardia se la llevaba de nuevo fuera de la habitación mientras pataleaba gritando: - ¡NO! ¡POR FAVOR! ¡Piedad! ¡Haré lo que...!

Y un último portazo volvió a crear el silencio en el pabellón.

- S-su majestad... Yo... - intenté disculparme.

El rey Eucliffe se giró, me miró a la cara con los ojos inyectados en sangre y me abofeteó. Después de dejarme la marca de su mano en la cara me agarró del cuello y me alzó con toda su fuerza intentando ahogarme.

- T-tú... Hijo de puta...

- Ah... Agh... - jadeaba por la asfixia que me estaba generando.

- Ahora... Yo, te...

Parecía que no era capaz ni de terminar la frase. Ni siquiera me miraba a los ojos, miraba hacia el suelo al borde casi del llanto.

Por fin me soltó, me tiró al suelo como un trozo de mierda y me escupió.

- ¡Guardias! - gritó el monarca rubio.

- ¡Sí! - dijeron al unísono dos guardias.

- ¡Lleváoslo a la puta celda roja y atadle! - ordenó histérico.

- ¡A sus órdenes! - respondieron ambos guardias.

Los guardias me cogieron de los brazos, me levantaron y ataron las muñecas con unas esposas unidas a una metálica cadena.

- ¡Tirando! - dijo uno de los guardias.

Tiraron de mí hasta salir del pabellón, me bajaron unas cuantas plantas y al fin llegamos a las celdas. Me metieron en una celda repleta de instrumentos de tortura, los cuales me hicieron pensar que hasta aquí llegó mi camino. Aquí se acaba todo. En una oscura celda de palacio asesinado por instrumentos de tortura a manos del rey Sting Eucliffe.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Oh, oh... Rogue la has cagado un poquito, no? ^^" jeje... En el próximo capítulo veremos que trama Sting con Rogue llevándole a la celda roja, igual contenido no apto para todo el público por muy mayor que sea XD Votad y comentad y nos vemos en el siguiente capítulo! (^3^)

AAAAgUrrrrrrrr!!!!!

~Icenazuma~

Esclavizado [Stingue]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora