Trazos de dolor y de sentimiento fueron plasmados en papel. Los gritos se escondían detrás de las paredes, quienes me abrazaban, porque lo único que estaba conmigo, no eran personas, eran cosas.
Más de una vez sentí como algo dentro de mi moría, y lo peor no era saber que nadie se daba cuenta, era saber que el que se daba cuenta, no hacía nada.
Me escondí detras de botellas de tequilas asumiendo de la peor forma, que mi destino era estar debajo de las sábanas muriendome, sola.
El café y los cigarros que me daba aquel artista, fueron mi única solución más sana para mi no existente depresión. Y es que ya no sabía si mentirme a mi misma o asumir que de tanta mierda, terminé en un agujero sin fondo.
Escapé de mil formas posibles, a besos, a infidelidades, a depender de gente mas efímera que mi propio maquillaje y no había nada que llenace el vacio que de chica tuve, porque tal vez no nací para tener amigos.
De tantos desconocidos que conocí, tantos café cargado y esas 3:30 am escribiendo o leyendo poesía con el pecho mas roto que los 200 espejos que rompí, de tantas verdades duras, amigos falsos, alcohol, drogas y cigarros, me di cuenta que no estoy lo suficientemente rota como para no tenerme a mi misma, porque hay veces en las que tenemos que depender de nosotros mismos y no de los demás.
Aunque aun me siga doliendo.
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No estamos tan rotas
PoesíaComo para fumarse uno, mientras te pones a pensar en miles de cosas que la gente prefiere dejar pasar. Como para hablar de la vida y sus verdes paisajes, en una historia triste y normal. Como para reirse de cosas sin sentido e imperceptibles a cualq...