Aun no entienden como es que lograron estar juntos, no lo entienden y no buscan hacerlo jamás.
-Buenos días - susurró Helena mientras se estiraba para alcanzar su celular, como todas las mañanas. Él aun no despertaba o tal vez si, solo que Helena no prestó atención, eso siempre molestó a Hugo.
El primer rayo de sol se colaba por su ventana y bañaba la oscura melena de aquel sujeto con el que dormía desde hace unos años. El tiempo pasa rapido.
Cuando Hugo y Helena se conocieron nada cambió, no creían ser almas gemelas ni mucho menos lo querían (tal vez a la fecha tampoco lo son). Estaban en una plaza famosa allá donde vivían, era un poco temprano y lo único abierto era una librería, querían matar tiempo.Helena revisaba el estante de "Novelas" sus dedos paseaban y brincaban de obra en obra, autor en autor, desde García Márquez hasta una tal Stephanie no se que cosa, nada llamó su atención realmente, solo esperaba a que algún libro le dijera "tómame" (Porque ella siempre tuvo la creencia de que las cosas le hablaban cuando estaban destinadas para ella). Ningún libro le habló ese día. Pero Hugo si.
-Ese es bueno – una voz la sacó de su pensamiento aburrido.
-¿Este? - Tomó un ejemplar de un escritor que jamás había oído hablar. Vio el precio (costumbre también)
-Es sobre Dragones y esas cosas, te va a encantar – Aquel muchacho sonaba sincero y tímido a la vez.
-Da igual – Helena lo miró, era simple, alto y cabellos negros despeinados, mentón grueso y ojos café que parecían mas perdidos que ella por la mañana - no tengo plata - dejó el libro en su lugar y volvio a darle una mirada.
-Así que ¿vienes a las librerías sin plata? Solo a recordarte a ti misma lo pobre que eres... - él sonrió apenado, parecía que no pensaba antes de hablar.
-Pues si ¿Y? - Helena alzó una ceja
-Yo también - soltó una risa nerviosa, se veía lindo, pero claro que ella jamás admitirá eso.
-Que gusto... - No sabía que más decir, jamás se había quedado sin palabras frente a un extraño, Helena era la representación viva de socializar, ella sacaba amigos de donde sea, pero esta vez no. Se quiso ir.
-Mucho gusto... me llamo Hugo - ofreció su mano en forma de saludo. No sabía porque lo hacía, Hugo jamás socializaba con extraños, él jamás daba la iniciativa a nada, pero esta vez lo hizo y tenía miedo al rechazo. Se juró jamás hacerlo de nuevo.
-Helena – la estrechó sin saber muy bien que seguía, Helena pensó por primera vez que significaba un apretón de manos en verdad, porque aunque pudiese ser algo muy casual, también significa el encuentro de dos mundos, la primera vez que dos universos chocan... y cuando eso pasa... a veces nacen otros universos más complejos, más intensos, mas de ellos.

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Cuando Hugo me amó
RomanceSu manera de amarme llegó a ser etérea. los pensamientos que me invadían exigieron ser plasmados... eso fue lo que hice, lo hice fielmente durante todo ese tiempo, el tiempo en que estuvo a mi lado... el tiempo cuando Hugo me amó. Helena es una muje...