The Angel and The King

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Las manos que ahora recorrían su cuerpo le transmitían un calor que casi le abrasaba la piel, sus piernas temblaban y sus manos se aferraban con ansiedad a la espalda fuerte y masculina de su acompañante, el roce de sus cuerpos era sumamente agradable, la carne suave, joven y delicada de Yuri Plisetsky se estremecía con la fricción de la piel firme, áspera y ardiente de Jean Jacques Leroy, mejor conocido como JJ en el ámbito del patinaje artístico.

Ambos se vieron enfrentados en el evento de Skate Canadá, JJ era el favorito, aclamado por el público local no cesó nunca de irradiar un aura de superioridad, confianza y seguridad, sus detractores solían llamarlo arrogante y mujeriego, pero si sonaba arrogante algunas veces no era por nada, el chico con apenas 19 años era talentoso en la pista y fuera de ella, un excelente músico y cantante aficionado, dedicado a la filantropía en su tiempo libre, heredero del nombre y gran talento de su familia como patinadores, él logró hacerse de un prestigio propio, arriesgado y tenaz como era, las mujeres pronto se lanzaron a sus brazos e incluso formaron un club de fans donde conoció a la chica que ahora ostentaba ser "la elegida", su prometida y futura esposa, presidenta de su club de fans, Isabella Yang.

Todo esto era conocido públicamente, Yuri Plisetsky que solía estar al tanto de cada uno de sus contrincantes lo leyó en las redes sociales desde antes de venir a competir a Canadá, pero eso no le impidió caer ante la tentación.

Luego de haber quedado segundo lugar en la competencia y escuchar a JJ diciéndole –"Volvamos al podio en la copa Rotelecom, ¿bien? Yuri-chan"- con ese guiñó que terminó por colapsar el ya explosivo temperamento del adolescente, Yuri lo odió, y no porque lo hubiera superado con su coreografía, sino por ser condescendiente con él, tratándolo como un niño, minimizando su potencial como rival, si había algo que el orgulloso ruso detestaba era ser menospreciado o que sintiesen lástima por él, el rubio era consciente que en la vida se gana y se pierde, que si te caes debes levantarte, Yuri Plisetsky jamás había sido frágil ni débil, aunque pocas veces en su vida como patinador había degustado el sabor amargo de la derrota, cuando esta venía el tomaba la decepción y la convertía en fuerza y coraje para esforzarse y mejorar, y era esto precisamente lo que quería dejarle claro a Jean cuando lleno de enojo se presentó en la habitación del hotel del canadiense, aporreó la puerta con el puño y luego de unos instantes un chico moreno con el cabello húmedo y solo una toalla rodeando su cintura abrió la puerta.

- ¡Yuri-chan!-. Saludó con una sonrisa enorme y radiante en el rostro.

- Deja de llamarme así, no me interesa entrar en confianzas contigo por lo que no te doy permiso para tratarme con esa informalidad-. Sentenció el menor al tiempo que lo empujaba y se colaba dentro del cuarto.

Aún con la sonrisa en sus labios, JJ recorrió con la mirada el ángulo trasero del chico, cerró la puerta y pasó el seguro con satisfacción, la oveja se había metido por si misma a la cueva del lobo, esta noche no podría estar de mejor suerte, pensó.

- ¿Qué haces aquí? ¿No te han dicho que es peligroso para una jovencita entrar sola al cuarto de un hombre soltero?-. Dijo JJ en un tono de burla, lo que hizo que Yuri apretara los puños y lo mirará con desprecio. – Eres tan voluble y fácil de manipular Yuri-. Rió el mayor mientras pasaba al lado del ruso y se dirigía al frigobar para tomar una cerveza. - ¿Quieres algo? ¿Agua?, ¿Refresco?, ¿Un helado? A los niños pequeños como tú les gustan los de chocolate ¿no?-. No dejaba de observar los gestos de Yuri, cada vez apretaba más los dientes y contenía una ira que estaba a punto de explotar.

- ¡Deja de burlarte de mí! ¡No soy un niño y voy a vencerte la próxima vez! ¡¿Te quedó claro?! No te hagas el importante solo porque ganaste esta vez, no me conoces y no tienes idea de lo que soy capaz-. Dijo Yuri con su voz ronca y cargada de determinación.

Young and Beautiful (Otabek x Yurio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora