Eran las 7:00 pm y el sol empezaba a ponerse en Londres. Cogí mi sudadera gris y fui al gran salón que estaba en la planta baja de nuestra mansión.
Sí, mansión.
Tengo la suerte de tener como padre al dueño de una empesa de negocios y como madre a una escritora de novelas.
En el salón estaba mi padre leyendo el periódico, mi madre escribiendo un futuro libro en su portátil y mi hermano viendo la televisión:
-Mamá, papá, salgo a cazar. -dije mientras me acercaba a la puerta principal.-
-¿Ahora? Espera hasta las ocho y el sol se habrá ocultado del todo. -dijo mi madre intentando convencerme.-
-No... -le contesté.- Llevo una semana sin beber sangre fresca, lo único que tomé fue la sangre de reserva del frigorífico y tengo hambre.
-Te jodes. -dijo mi hermano de 14 años.-
Lo miré a los ojos de tal manera que si las miradas matasen él nisiquiera hubiese nacido.
Mi padre, que estaba atento a la conversación, movió su cabeza dándome permiso para salir. Así que abrí la puerta y me fui.
Al salir a la calle me puse la sudadera y con la capucha cubrí mi cabeza y parte de mis ojos, no quería llamar la atención ni quemarme con el poco sol que había. Entonces comencé a caminar hacia la parada del bus para ir al bosque.
Siempre cojo el autobús para ir a cazar, pero no os creais que es porque no tengamos coche. En realidad tenemos un Jaguar, un BMW, dos motos y la joya de papá, un lamborgini negro. Mis padres me dijeron que debo coger el autobús porque sería muy raro ver tales vehículos en el bosque por la noche. Supongo que lo entiendo.
Cuando subí al bus me senté al lado de la ventana, y comencé a pensar.
Mis padres quieren que me case con el hijo de la familia Smith y que mi hermano se case con la hija de la familia Cross porque son las únicas familias de sangrepuras de Londres. Detesto a ese señorito Smith,he visto como bebía sangre ¡con una pajita! Hay convertidos, pero según mis padres no dan la talla.
El bus se paró en la parada del bosque haciendo que saliera de mis pensamientos. Cogí mi bolso con ropa para cambiarme por si me ensuciaba de sangre y salí del bus.
Me adentré en el bosque en silencio. Caminé hasta que pensé que estaba lo sufienciente lejos de la carretera.
Escuché un ruido y me agaché.
Levante un poco la vista para ver quien sería mi presa y vi a un ciervo comiendo unas plantas.
Con un ágil y rápido movimiento me tiré encima de él y mordí su cuello. Saboreaba con gusto cada gota de sangre que bebía hasta que oí unos ruidos.
Rápidamente me escondí. Oí pisadas y voces que procedían de tres chicos debían tener mi edad o tal vez un poco más. Ellos llegaron hasta el ciervo y uno gritó:
-¡Aaaaaahh! ¡Tíos un ciervo muerto! -dijo uno rubio.
-¡Joder Niall! -dijo otro con el pelo castaño claro y ojos azules.
Cuando dijo eso me di cuenta de que el rubio se llamaba Niall:
-Señoritas tranquilas. -dijo uno de pelo rizado y ojos verdes con una sonrisa burlona.- Es solo un ciervo muerto, nada más.
-Vete a la mierda Harry. -dijo el rubio dándome a entender que el de pelo rizado se llamaba Harry.- No todos los días se ve a un bichejo muerto en medio del bosque.
Se hizo un silencio mientras ellos observaban al pobre animal.
-Oye chicos, ¿no creeis que deberíamos volver? Nos dijeron que no tardásemos más de media hora y ya llevamos casi una. -dijo el único chico del que no sabía su nombre.-
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La chica de la capucha (1D y vampiros).
VampireUna vampira aburrida de su vida, aburrida de seguir las normas que le imponen sus superiores conoce a un chico con el que rompe toda regla imaginable.