12. Comienzo de una Relación

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— Gabriel... no se... — tenía miedo de lo que pudiera pasar en un futuro. Tenía miedo de que viese mis demonios y se alejara de mi, que dejara de hablarme.

— Por favor — su mirada era suplicante y algo triste.

Juliet, confía en él, confía una vez más en alguien. Arriésgate una vez más. Intenta ser feliz - decía mi subconsciente.

— Si, si quiero ser tu novia — Sonreí ante esas palabras que nunca había dicho y se sentía bien decirlo. Pasaron segundos hasta que Gabriel reaccionó abrazándome fuerte.

— ¿Lo dices en serio? ¿De verdad? — me tomó de las manos y me miró a los ojos. Había un gran brillo en esos preciosos ojos, marrón claro — Haré todo lo que sea posible para que siempre estés feliz ¿vale?

Simplemente asentí. Colocando toda mi confianza en él. Volvimos a tomar nuestro camino a casa, pero ésta vez agarrados de la mano. Mi corazón no dejaba de latir de prisa, sentía que se hinchaba y volvía a su forma normal con una rapidez sorprendente. Estaba feliz, mi corazón volvía a latir de la felicidad.

Llegamos al edificio, Gabriel me dejó al frente de mi apartamento, besó mi mejilla derecha y subió a su apartamento. Yo entré al mío y lo primero que veo es a mi mamá sentada en el mueble viendo la televisión.

— ¡Juliet! ¿Qué te pasó? — salta exaltada del mueble y se acerca a mi, revisando mis heridas.

— Tropecé... no te preocupes — caminé hasta la cocina en busca de agua.

— Hay que curarte eso, Jul.

— Por favor, no me llames así y estoy bien, la enfermera del colegio me ayudó — terminé de beber agua y caminé hasta mi cuarto. Entré y cerré la puerta tras de mi.

Justo cuando no quiero que mi mamá esté en casa, ella está. Que injusta es la vida conmigo. Me cambié el uniforme por algo más cómodo y  me acosté en la cama, recordando lo que pasó hace rato con Gabriel.

Una sonrisa se dibujo en mis labios y no puedo evitarlo. ¿Así se siente estar de novia con un chico? Gabriel en verdad me gusta mucho.

Busqué mi celular, al encontrarlo marco el número de Gabriela, espero tres tonos y contesta.

— ¿Hola? — escucho del otro lado del celular.

— Gabi, tengo que contarte algo ¿Crees que podamos vernos?

— Claro, a las cuatro en la plaza del centro. Te dejo, ando un poco ocupada — y cortó. Eso me extrañó.

Dejando a un lado el porqué Gabriela me cortó, enciendo el ordenador y entro en el chat, estaba vacío y eso era extraño, al menos una persona solía estar en linea. Estuve conectada un rato hasta que se conecto Diego Bermúdez (Dark-Boy3). Él últimamente ha estado muy raro y se la pasa molesto, responde indiferente y eso me molesta un poco.

SuicideGirl: Hey ¿estas bien?

Dark-Boy3: te interesa?

SuicideGirl: La verdad, si ¿te ha pasado algo?

Dark-Boy3: No, nada fuera de lo normal.

SuicideGirl: Oye, sabes que puedes decirme cualquier cosa

"VickyBlack se ha conectado"

El Club de los Suicidas [#Wattys2016]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora