ABSORTO

El Programa...

De pronto una voz agresiva que invade mi oído logra despertarme, de lo que hasta ahora parecía un sueño. Tantas sensaciones nuevas inexploradas para mi persona. A lo lejos logro observar a la comandante la Sra. Aidenstorg. Que al parecer no se veía muy contenta.

- de pie soldado! -

- señora, si señora! -

-¿Pero que cree que ha echo?-

-¿De que esta hablando usted señora? - 

De pronto su mirada se volvió fría, cruel, despiadada. Yo sabia lo que me esperaba con esa mirada de odio y maldad, ¿ pero que había echo mal?, todo lo que hice en estado de trance preestablecido fue lo que la comandante me había ordenado. De pronto la comandante levanto la mirada y me soltó una bofetada de tal manera que caigo inconsciente al helado suelo. Después de unos cuantos segundos logro recobrar la consciencia.

- ¡SOLDADO! ¿Cual es el lema de esta base? -

- ¡LOS SENTIMIENTOS SON ESCORIA DE LA HUMANIDAD! - 

- Bien dicho soldado ahora que ya sabe lo que hizo, ¡PASE AL SALÓN CENTRAL DE LA BASE!, hay alguien que quiere verlo -

- ¡ SEÑORA, SI SEÑORA ! -

En poco tiempo me despoje de mi traje especial para estado de trance, y me diriji al salón central de la base. De verdad no sabia lo que había hecho, pero el lema de mi base me dio una valiosa pista. Aunque sabia que todo lo vivido unos minutos antes no era real, se sentía como tal, no sabia que creer pero algo es seguro ella era real.

Cuando llegue al salón central de la base 100546, no había nadie que me recibiera. A mi espalda esta la comandante quien al ver que deje de avanzar me dio un empujón que me hizo entrar a la habitación a la fuerza. De pronto entro un hombre, o al menos parecía un hombre. Era alto de porte dominante, cuerpo flaco pero a la vez tan normal, no se percibía una postura normal estaba encorvado casi para tocar el suelo. Era escalofriante. No lo había visto antes y si lo hice no lo recuerdo. En cuanto se dio la vuelta me dejo persivir su rostro destrozado, la mitad de su rostro era verde, parecía que había sido arañado por feroces bestias hambrientas, pero..., sus ojos eran rojos, rojo vivo de aquel que inspira muerte y destrucción. ¿Quien era este hombre?.

- Andrew... - 

- S-si señor! - 

- ¡ Es un honor conocerte! - su expresión cambio de manera que me sentía un poco mas cómodo ante el ambiente que este presentaba - Mi nombre es Frederick, y soy el general y jefe de esta base - 

- E-el placer es mio señor, bienvenido! - 

¿Cuanto tiempo estuve dormido como para que cambiaran al general Johnes?. El nuevo general parece ser amable y cortés aunque en este lugar no puedo fiarme, ya que la comandante Aidenstorg parecía ser una mujer gentil, pero estaba completamente equivocado, desde que llegue a este lugar lo único que ha hecho es hacerme la vida imposible, además mato a mi familia de manera fría y despiadada. La odiaba solo de verla la odiaba mas.