Capítulo 3

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Para Will ha sido muy difícil tener que tomar esa decisión, está decidido a no hacerle daño a Melek pero tampoco piensa alejarse de ella

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Para Will ha sido muy difícil tener que tomar esa decisión, está decidido a no hacerle daño a Melek pero tampoco piensa alejarse de ella. Le ha tomado cariño en tan poco tiempo por su dulce personalidad, tal vez al fin podrá tener una mejor amiga. Aunque sus ojos lo siguen perturbando, a pesar de que su rostro es... diferente.

—Ven, regresemos. Tu padre debe estar preocupado por ti.

Melek asiente de acuerdo con él, ya hace bastante tiempo han pasado en ese hermoso lugar y su Baba la debe estar buscando. Caminan de vuelta a la fiesta, entran a la mansión, Melek busca con la mirada a su Baba pero no logra divisarlo por ninguna parte.

—Hijo...

Escuchan detrás de sus espaldas, los dos se giran para encontrarse con Benoît y su típica sonrisa. Melek lo mira tímida porque es el padre de su príncipe y desea dar buena impresión.

—Padre... —responde Will con tono cansado, cansado de su progenitor.

—¿No vas a presentarme a la señorita? —Mira a su hijo con su entrecejo elevado.

Will da un suspiro cansado.

—Papá, ella es Melek Bathich. Melek, él es mi padre, Benoît Dufort —Lo señala con su mano.

—Un gusto conocerle, señor Dufort —Ella extiende su brazo y Benoît la toma entre su mano, le da un beso en el dorso de la mano de Melek.

—El gusto es mío, señorita Bathich —Ella le sonríe con su mirada, además de su casual asiento.

Abdel Alim observa desde largo la situación y no duda en empezar a caminar, sabe que los Dufort no son buenas personas y no los quiere cerca de su Bant.

—Melek, te buscaba —dice en cuanto llega y ni siquiera mira a su Bant sino a Benoît, que tiene una sonrisa malévola, como lo ve Abdel Alim y este le da una mirada amenazadora.

—Bathich, tanto tiempo sin verte —Lo saluda Benoît hipócritamente.

—Tiempo que hubiera deseado que continuara, Dufort —le dice Abdel Alim seco, sin rodeos—. Vamos Melek, ya es tarde.

Los únicos apartados son los dos hijos, los que están apartados del odio que estos dos sienten por el otro, odio que siempre ha existido pero se han mantenido al margen, hasta que Benoît decidió comenzar la guerra.

Melek realiza un asentamiento y se despide para caminar detrás de su Baba, sabe que está molesto, la ha llamado por su nombre pero no entiende la razón de su enojo. No ha hecho nada malo, solo fue una simple presentación que no llego a más por la llegada de su padre. Sin embargo, se dio cuenta que a su Baba no le agrada el señor Dufort y la razón, la averiguará en cuanto lleguen a su hogar.

Suben al auto sin decir una palabra, el camino se ha hecho largo, esta vez el silencio es incómodo y nunca esto, había sucedido con su Baba, todo es cómodo con él, su Baba es la única persona que tiene en el mundo, su madre murió cuando nació y Abdel Alim ha hecho el papel de los dos a pesar de la gran obligación que tiene con su compañía.

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