Sin Contrato-Maluma Y Tu Hot

7.

Me dirijo hacia la puerta de mi casa ya que el timbre ha sonado.

-Hola-digo mirando a la persona que tengo delante.

-Hola mami- responde.

Le dejo pasar y avanzo hacia la sala de estar con él siguiéndome, oigo primero como cierra la puerta.

Nada más girarme para hablarle sus labios captan los míos. No me da tiempo a reaccionar cuando pone sus manos en mi trasero y me eleva. Paso mis manos por su cuello y acaricio su pelo mientras él aprieta mi culo y enrolla su lengua con la mía.

Avanza unos pasos hasta sentarse en el sofá. Una vez hecho eso, yo quedo sentada a horcajadas encima suya.
No paramos el beso. Nuestras lenguas batallan para tener el control y nuestras manos están inquietas acariciando al otro.

Esto es excitante.

Maluma coge el borde de mi camiseta y tira para arriba, me separo de él para que pueda quitarme la prenda de ropa que estorba y enseguida vuelvo a unir nuestros labios.

Acaricia mis pechos por encima del sujetador, lo baja y acaricia mis pezones para conseguir que se pongan duros. Los gemidos producidos por el placer no tardan en aparecer y salir de mi boca, pero son callados por su besos, que de un momento a otro pasan a mi cuello.

Lo muerde, chupa y subciona, dejando, probablemente, una marca, pero me da igual. El placer me inunda y solo pienso en disfrutar de un buen polvo con la persona que más detesto.

Irónico ¿no?

Mis manos no tardan en subir su camiseta y quitársela, acaricio los tatuajes que tiene y soy yo ahora quién besa y subciona su cuello, solo para asegurarme de que si yo quedo marcada, él también.

Maluma aprieta mi trasero y yo empiezo a menearme encima suya, un gemido sale de su boca cuando hago presión en su ya creciente erección.

-¿Quieres que subamos a mi habitación?- ronroneo en su oído. Maluma no responde, solo se levanta cargandome con sus manos, mientras yo apoyo las mías en sus hombros.

Cuando llegamos a mi habitación, entre besos y golpes- pues Maluma no se conoce mi casa y le ha costado encontrar mi habitación, a demás de que estamos demasiado pendientes de los labios del otro como para importarmos si nos chocamos contra algo o no- Maluma me deja en mi cama y su sube encima mía, apoyándose con sus brazos.

Arqueo mi espalda para que pueda quitarme del todo el sujetador y una vez hecho eso, besa mis pechos.
Hace lo mismo que ha hecho con mi cuello, morder y subcionar, sin ningún temor o corte.

Me retuerzo debajo de él por las ondas de placer que me está produciendo y en una de estas choco fuertemente mi cadera contra su duro pene. Él gruñe en mis labios y empieza a besar el valle de mis pechos para bajar y besar mi abdomen.

Se para cuando llega a la eviya de mis pantalones. Desabrocha el botón y baja la cremallera. Me los quita poco a poco mirándome a los ojos. Cuando ha terminado, él se quita el suyo y baja sus bóxers. Trago duro.

Pasa sus manos por mis piernas hasta llegar a mis bragas, las cuales aparta sin problemas.

-Ponte a cuatro- dice con la voz ronca. Le hago caso y me coloco a cuatro patas, dándole una vista perfecta de mi culo. Él agarra este y lo aprieta. Abre mis nalgas y pasa su lengua por todo el espacio, desde mi ano hasta mi coño.

-Abre las piernas- vuelve a ordenar. Como sumisa, le vuelvo a hacer caso y abro las piernas, noto que se pone debajo de mi y un grito de sorpresa sale de mi garganta cuando su lengua toca mi clítoris.

Sus movimientos son lentos y tortuosos. Se lo que quiere, quiere que le pida más, es algo que las personas que quieren dominar en la cama necesitan, para sentirse superiores y llevar el control.

Mete un dedo dentro de mi y lo mueve también en movimientos lentos. Introduce dos más y un gemido sale de mi boca. Me muerdo el labio para no volver a gemir pero se me hace imposible porque acelera el ritmo.

Ahora su lengua se mueve rápidamente y sus dedos salen y entran en mi con frenesí. Me retuerzo pero planta una mano en mi cadera indicando que me este quieta.

Los primeros espasmos del orgasmo llegan a mi y estoy a punto de correrme cuando para. Se levanta y me giro para ver que está haciendo. Le veo agacharse y buscar en su pantalón un envoltorio plateado.

Cuando me ve, me mira lleno de deseo-date la vuelta- ordena, hago lo dicho y me doy la vuelta.

Vuelve a acariciar mi trasero y con una mano lo golpea. Sin previo aviso me penetra y yo gimo de placer. Se queda unos segundos quieto para que me acostumbre a su gran tamaño y empieza a moverse rápidamente.

Sus embestidas hacen que el orgasmo que he estado a punto de tener vuelva aparecer y sinceramente, no creo poder aguantarme más y menos cuando con una mano acaricia mi clítoris.

Estoy cubierta de sudor y sus embestidas cada vez son más rápidas e impacientes. Eso me indica que está a punto de correrse.

-Mami...voy a...correrme- dice entrecortado.

-Yo....tamb...también- y es ahí cuando estallo. El orgasmo se apodera de mi y de mi ser y oleadas incontrolables de placer me recorren el cuerpo. Mi cuerpo tiembla y Maluma me sujeta de las caderas. Oigo que gime mi nombre indicándome que se ha corrido, pero desde luego su gemido no se ha parecido al mío al gritar su nombre.

Me dejo caer en la cama cuando ha salido de mi. Siento que se tumba a mi lado y me giro para verle.

-Cuando nos recuperemos ¿repetimos?- pregunto aun intentando recuperar la respiración. Él pasa un brazo por mi cintura y me acerca a él.

-Dalo por hecho- dice sobre mis labios.

Si se lo están preguntando, si, hemos quedado para follar.