Él

Capítulo Tres

Terminamos de bailar. Regresamos de nuevo a la cocina. Mire al rastudo, quería agradecerle pero no sabía como.
Nos dijeron que sirvieramos el primer tiempo que es crema, tomé la cremera y entre al salón, me fijé como servía el mesero y lo hice igual, aprendo visualmente así que no tengo problema.
Terminé y lleve la cremera a la cocina. Regrese y serví refresco.
Seguía el segundo tiempo, spaggueti igual me fije y serví, relativamente servía rápido, levantaba los platos y los descamochaba (es juntar toda la comida en un solo plato y separarla para llevarla ya que sera comida para cerdos 🐷🐖) en mi charola, la levanté y la lleve a la cocina. Suspire, era difícil cargar una charola.
Seguia el plato fuerte, así que el mesero fue por ellos. Espere a que llegará con ellos y tomé dos platos y al caminar hacia la mesa la charola se cayo, se rompieron dos de ellos. Tuve que ir por la escoba y el recojedor.

Entre a la cocina y busque lo que necesitaba //Diablos. ¿Cómo pude ser tan descuidada?// -suspire y regrese al salón. El mesero había levantado los platos y la charola, fue por más servicios y regreso con la charola charla de nuevo llena, esta vez me explico como debía de tomar los platos para que estos no se cayeran. Terminamos de servir y todo siguió su curso.

Eran ya las 12 a.m suspire cansada, todos estaban en la pista de baile y nuestras mesas estaban vacías, aproveche y me salí a fumar un cigarro, cuando estuve afuera mire al rastudo y el chico de negro fumando. Sonrei y me aparte, mire mi móvil y note que tenia dos mensajes de mi mejor amiga.

-Abrir- ¿Como vas?
Horrible. Acabo de tirar los platos. Creo que me los van a cobrar -enviar-

Encendí mi cigarrillo y el móvil comenzó a vibrar. Mensaje nuevo

-Abrir- Que mal neni. ¿Ya casi acabas?
No, parce que pagaron horas extras. Estoy cansada -enviar-

Le di un par de caladas a mi cigarro. De nuevo vibro mi móvil. Mensaje nuevo.

-Abrir- Que mal neni, me quedaré despierta hasta donde aguante. Suerte bebé.
Gracias amor :) te escribo en un rato -enviar-

Guarde el móvil y termine mi cigarrillo, entre y era la hora del pastel. Tome mi charola y mi descanso y me acerqué a donde estaban ya repartiendolo, mire y acomode mi charola, el rastudo quedo junto a mi y me miró. Yo sólo tenía los platos desechables en la mano, esperando mi turno, pero parecía que jamás me iban a dar

Tienes que estirarte, si te quedas así serás la última y tus comensales estaran furiosos -me voltee a ver quien era-