Capítulo Nueve

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Mi hora de cenar llegó, ya estaba Bill sirviéndose así que hice lo mismo y me senté junto a él.

¿Cómo vas? -lo mire-

Bien -me sonrió-

Bill siempre sonreía aún que su mundo estuviera abajo no importaba, siempre brillaba con luz propia, es un ser lleno de luz y paz. Pero si el es eso. ¿Yo que soy? Deje de lado todo y me centre en mi aún que por alguna razón me sentía inquieto al pensar en que representaba yo... Se quien soy, lo que valgo pero... ¿Cómo me ven los demás? Podía llegar a ser un engreído, un chulo, un gilipollas, un cabron, pero sabía que cuando estaba con Bill me sentía completo, el era el unico que me conocía de pies a cabeza, éramos almas gemelas.
Comencé a comer mientras seguía pensando, estábamos en silencio y la puerta se abrió, entró ella y mi mal humor reapareció, comencé a masticar duro para controlar mi molestia, sentía que en cualquier momento le miraría mal y escupiria algo hiriente bufe y note la mirada de Bill sobre mi algo reprochante, encogi los hombros restandole importancia al asunto.

Provecho -dijo ella, la mire y le di una media sonrisa rodando los ojos-

Seguí comiendo hasta que escuche que empezó a toser sin control, Bill reaccionó al instante y la ayudó, yo apreté las mandíbulas y el tenedor.
Mire la escena, tuve en ese momento dos sensaciones una de molestia y otra de preocupación, la combinación fue extraña, sentí como mi corazón empezó a latir mas rápido pero no supe clasificar la sensación.

Bill volvió a su sitio mirandome de nuevo. Supuse que mi cara seria de fotografia y volvia comer. Ella cogió el móvil, parecía un poco entusiasmada, nos miro y siguió escribiendo sin control.

-//¿Qué le sera tan entretenido?// suspire mirando a Bill.-

Ya habíamos acabado, así que nos levantamos y ella tambien lo hizo, dejó su plato y salió rapido de allí, ni siquiera se dio cuenta de que me empujó. Frunci el ceño, estaba a punto de reclamarle, cuando sentí los largos dedos de Bill sobre mi piel.

Ni se te ocurra -me miro-

¿Porqué no? -lo mire molesto-

No lo hizo a posta -suspiro- mejor vamos a fumar -sonrió y camino, lo seguí. Estábamos afuera así que le encendí su cigarrillo y me encendí el mío, la vi a la distancia seguía con el móvil en la mano y un cigarrillo sin enciender entre los dedos. Negué-

¿Porqué te cae tan mal? Tu no eres así Tom- expulsó el humo y me miro-

No lo sé -me encogí de hombros- hay algo que me molesta de ella -lo mire- ni siquiera se que es, pero su simple presencia me pone mal -suspire-

Eso es raro -miro el cielo y sonrió- es muy guapa -sonrió de lado y yo rodee los ojos.-

Vamos Bill -lo mire levantando los brazos- eso es -sonreí- es una gran mentira -negué dándole la última calada al cigarro y apagandolo de un pisotón.-

Me di media vuelta dejando a Bill parado allí. No dijo nada, sólo escuche un largo suspiro de su parte.

Entre al salón, limpie mis mesas, les serví a mis comensales y me recargue en el muro, mire la hora y suspire. Aún le colgaba al evento asi que mire a la pista, encontré a una linda chica con la mirada, le sonreí y le guiñe un ojo, esta sonrió y comenzó a moverse para mi, su vestido era rojo, pegado y corto, tenía un buen cuerpo y una linda cabellera. Me senté en una silla y comence a ver el ritmo de sus caderas, me perdí en sus movimientos, quería acercarme, tocarla, bailar con ella.
Mi pierna empezó a moverse insistente, apreté la mandíbula y un puño. ¿Porqué no podía apartar la mirada? ¿Porqué me sentía así?
Derrepente un figura delgada y con uniforme se poso enfrente mío y me saco de mi burbuja, camino hacia el baño, entró a este y yo me levanté de la silla. Camine a la cocina tomé un vaso, me servi agua me senté y tomé aire en una gran bocanada.

-suspire y salí a fumar de nuevo, mire el cielo, saque el móvil mire todos los mensajes, ninguno me interesó tanto hasta que llegue al de Georg-

Mensaje nuevo

Abrir ¿Cómo van? ¿Ya viste a alguien?

Voy bien. Bill anda un poco raro, más tarde te cuento. Si, vi a una chica, demasiado fácil para mi. Enviar

Mensaje nuevo

Abrir ¿Desde cuándo rechazas a alguien por ser fácil para ti?

¿Desde hoy?, no se Georg. Siempre hay una primera vez para todo Enviar

Guarde el móvil y termine mi cigarrillo, volvió a sonar un par de veces, apague el cigarrillo y entre al salón. Suspire y llegue a mis mesas, sonreí y comencé a hablar con un comensal un poco ya pasado, me pido mas bebida y le serví, está vez me enfoque sólo en atender a los comensales ni siquiera me volví a ver a la chica, pero cuando menos lo pensaba Chantelle ya estaba encima mío. Me llegó por detrás abrazandome y riendo; me voltee y le correspondí el abrazo, la despeine un poco

¿Cómo vas? -sonrió y la mire-

Voy bien, nada que no pueda controlar todos están bailando. ¿Y a ti? -la mire-

Pues... Ya sabes -me miro-

Clarooo -sonrei-

Sabía de antemano que sólo atendía bien cuando era la hora de la comida, después sólo esperaba a que ellos le pidieran o simplemente se iba a la cocina a sentar.

Ve a atender pequeña -le sonreí abrazandola de nuevo. Hizo un gran puchero, asintió y se fue-

Era un poco pesada de vez en cuando y eso me irritaba a veces.
Mire a Bill y me hizo señas para ir a fumar, asenti y lo seguí saque mi cigarrillo y lo encendí.

¿Ya me dirás que tienes en realidad? -me miró dándole una calada a su cigarrillo-

No tengo nada Bill. Que irritante estas -suspire-

¿Yo? Tom, no vas a engañarme, se que tienes algo. ¿Desde cuando me ocultas las cosas? -suspiro mirándome con cara de cachorrito con hambre-

No ocultó nada, sólo amanecí fastidiado sólo eso y la chica nueva me irrita, me pone mal. -le di una calada larga a mi cigarrillo-

¿Es sólo eso? -me miro-

Si, lo prometo -sonreí  expulsando el humo-

Mentiroso -puso los ojos en blanco empezando a inflar sus cachetes-

Vale, pero lo hablamos en la casa. ¿Bien? -sonreí-

El asintió y sonrió feliz...

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