Palabras del pasado

Capitulo 2

Amelia camino por un largo tiempo hasta que por fin llego a la casa de sus abuelos; esta se encontraba a treinta minutos del algún establecimiento por ello a ella le encantaba estar ahí, por estos rumbos es muy difícil encontrar alguna persona. Se paro enfrente de aquella puerta tan vieja de madera y toco suavemente, espero algunos segundos y su abuela Adelaida abrió la puerta, su rostro era un conjunto de emociones pero el que mas sobresaltaba era la alegría. 

- Querida, pero... ¿que haces aquí?- dijo aquella anciana donde la dulzura predominaba. 

- Oh abuela- dijo Amelia entre lagrimas y sollozos,lanzándose a los brazos de su abuela quien la recibió con el mas cálido abrazo.

- Pasa, toma asiento después me contaras lo que ha pasado- Dijo la abuela.

A simple vista la casa era muy acogedora, una chimenea de leña y cobijas por doquier.

Amelia se sentó en el sillón donde  Adelaida le ofreció un té, le pareció la mejor opción ya que después del doloroso llanto de su nieta su cuerpo no paraba de templar. Le explico donde se quedaría a dormir y por supuesto donde estaba su abuelo harold y que se encargaría de algunos detalles como de avisarle a su madre de que estaba con ellos. 

Después de aquella charla Amelia se quedo sentada justo afuera de la puerta, todo su cabeza le daba vuelta ya no sabia que hacer, se sentía sumamente desesperada y sin poder impedirlo su mente pensé nuevamente en Evans; esa mañana de aquel hermoso día se vio en el espejo esta vez se arreglo un poco mas de lo normal y salio en dirección al colegio, en un instante pensó en eso ojos tan brillantes, pero había una conexión entre ellos donde cada vez que decían sus nombres salia un destello que nadie podían notar. Tan solo recordarlo la hizo caminar cada vez mas rápido y sin que ella se diera cuenta ya estaba corriendo, dio unos cuantos pasos mas y se detuvo frente de el.

Evans tomo el delicado rostro de Amelia sintiendo la suavidad de aquel cerezo que no tardaba en florecer y dijo "Me enamorado de ti, ahora  y para siempre".  Justamente esas palabras se harían realidad pero eso significaba que su destino fuera estar juntos. 

Pasaron algunos años su relación seguía con la misma intensidad como si ayer se hubieran declarado amor eterno, pero un día todas esas palabras y actos no fueron suficientes para que su lazo no se rompiera. 

Evans sabia con exactitud que su cerezo había madurado  aunque su risa fuera mas fuerte y llena de cariño, sus inquietudes fueron lo bastante poderosas para tomar la decisión que cambiaría todo. 

El 17 de Abril era un día estupendo, la primavera estaba a flor de piel; Amelia camina junto a una compañera de clases que le pregunto con temor a la respuesta: 

- Oye...¿Sabes lo que ha pasado ayer?.

- No, ¿Que es lo que a sucedido?-Dijo Amelia un poco preocupada. 

- Ayer por la tarde han visto a Evans besarse con una chica del salón A17.

En ese ese momento Amelia se detuvo en seco, no podía creer lo que estaba escuchando se negó a pensar que era real lo que sucedía, saco fuerzas de un lugar ajeno a ella y salio corriendo lo mas rápido que pudo y sin poder evitarlo las lagrimas brotaron por eso ojos donde la luz se marcharía por un largo tiempo. Después de desaguarse reflexiono sobre lo sucedido y en vez de hacerse conclusiones ella sola iría a preguntarle a Evans y afrontar el problema. Camino lentamente hacia el salón B09 donde estaría tomando biología, esta vez no tenia ganas de ver aquellos ojos o ver esa sonrisa que tanto le encantaba, espero con paciencia a que saliera de aquel salón, vio a tanta gente salir hablando sobre tareas, bromas de clases, profesores malhumorados y partidos de futbol. A punto de irse, salio la persona a la que había amado tanto tiempo lo miro con tanta tristeza y decepción, pero al contrario de ella Evans tenia una mirada de arrogancia y desprecio. Y sin mas ella pregunto: 

-¿Es cierto lo que andan diciendo?- Dijo a punto de explotar en lagrimas. 

-Que si lo fuera- Contesto Evans con un tono que Amelia nunca había escuchado y le desgarro su alma por completo.

-¡¿Por qué me hablas de esa forma!?- Su voz sonaba con mucha confusión. 

-Porque quiero ¿si?, mira la verdad es que ya no siento nada por ti y creo que lo mejor seria dejarlo hasta este punto- Dijo con crueldad.

Amelia lo miro sorprendida, y con las pocas fuerzas que le quedaban salio corriendo explotando en lagrimas. 

Evans la observo  y para sus adentros dijo: "Adiós mi pequeño cerezo, mi amor por ti sera eterno".