Judith

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¿Hola como estas? Asi comienza la historia.
Conoces a alguien por medio de algún familiar, amigo, etcétera con el que logras entablar una buena conversación.
Pasa el tiempo y logran volverse muy amigos, charlan todos los dias, salen a caminar, comer o ir al cine. Luego empiezas a sentir algo, ya no vez a ese amigo como la persona con la que charlas todos los días de diversas cosas, no, ya lo vez como algo más y el tambien empieza a sentir lo mismo.

Te amo, asi empiezan las señales..
Los dos comienzan una relación amorosa donde todo marcha perfecto, lo ves como el hombre ideal, el que te protege y te hace sentir mujer en todos los aspectos y te niegas a ver las pequeñas señales de violencia que se presentan en la relación tanto en el acto sexual como fuera de este.

¿Queres ser mi esposa? Ahora empieza la tragedia.
Luego de tanto tiempo o años de convivencia deciden dar el siguiente paso y decir "si acepto". Todo es un hermoso lecho de rosas ya que por fin el te pertenece y vos a el también..Y eso es mejor para el porque asi puede hacer lo que hace ya que vos "le perteneces".

Ahora seguro se estarán preguntando ¿De que está hablando?.
Mi nombre es Judith, nombre de puta según mi marido. Y mas o menos lo que acabo de explicar es el principio de mi infierno y tambien el de muchas, porque no soy la única. Millones de minas pasan lo que yo paso o lo pasaron desgraciadamente. Y a todas nosotras nos hubiera encantado poder vivir una vida normal, conocer un tipo, casarnos y formar una familia de bien. Pero bueno a mi me toco la otra versión de ese cuento, la historia infeliz.
Como expliqué hace rato me case con un hombre, va...no creo que a esa persona se le pueda llamar hombre, esa palabra le queda muy mal, muy chica, muy corta. Creo que la palabra perfecta para esta "persona" sería hijo de puta...reverendo hijo de la re mil puta.
Así como dije me case con un hijo de puta que al principio me mostró su faceta de principe perfecto. Me cubrió de halagos, regalos, amor, protección, apoyo. Éramos como la pareja perfecta, nada de peleas, desacuerdos, etcétera. Eramos tal para cual, como dos piezas destinadas a estar unidas y sostener ese rompecabezas llamado "matrimonio".
Pero poco a poco toda esa magia, amor, cariño y perfección fue desapareciendo sin explicación alguna.
De un día para otro comenzaron las agresiones, tanto físicas como sexuales.
También comenzaron las agresiones verbales
De un día para otro mi vida fue cambiando. Todo lo que veia de colores se fue tornando a grises y negros. Hasta que un día solo era obscuridad.
De un día para otro aparecieron los moretones.
De un dia para otro aparecieron los llantos y el dolor.
De un dia para otro el se fue sacando su disfraz de hombre para mostrar el horrible monstruo que en realidad era.
De un dia para el otro comenzó mi infierno.