The past. Parte dos: ¿Cosa de tres?

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 Cuando hubo sucedido un rato considerable en valoración temporal desde la partida de Kaito y su compañera, Len empezó a considerar el acto de volver a casa. Se había quedado inicialmente a esperarlo, pues el joven sólo había ido a dejar a la chiquilla y el tiempo dedicado a ello no debía ser demasiado, pero éste aún no hacía presencia.

 Revisó, por si su criterio temporal no le fallaba, la hora en su celular. Las once con diecisiete. El veinteañero había marchado cerca de las nueve y media.

 Probablemente en algo se habría distraído el joven. Quizás estaría por llegar. Pero, de todas maneras, Len ya había estado un buen rato en la casa vecina y no quería ser imprudente ni desubicado.

 Entonces, comenzó a despedirse superficialmente de la mayoría de la gente de la vivienda contigua y de forma menos cordial y más amistosa hacia el joven de cabello rosa con gorro en la cabeza y el único rubio de los hermanos Shion, que habían permanecido junto a él en ausencia de Kaito, acompañándolo y conversando amistosamente. Eran aquellos dos, los más simpáticos y de más fácil comunicación, según el ojiceleste. Se le hacían, por ende, socialmente más cercanos.

—Igual no es tan tarde -le dijo Kikaito por segunda vez, luego de sugerirle esperar al peliazul.

—Debe haberse quedado conversando con IA —comentó Yuma—, pero yo creo que debe estar por venir.

—Sí, pero igual... Me tengo que entrar.

—Bueno —desistió el Shion amarillo, enseñando una sonrisa amistosa. Nosotros te despedimos de mi hermano cuando llegue. Y aparte, tú hablas después con él, claro.

—Gracias. Claro, obvio —sonrió igualmente.

 Y la despedida para con ambos se finalizó con un choque de manos, seguido de un abrazo y unas ligeras palmaditas en la espalda durante el proceso.

 No fue muy tarde, alrededor de diez minutos después, cuando hubo estado el rubiecillo en su dormitorio arreglando sus útiles para la jornada estudiantil del día próximo, que percibió un sonidito más o menos a un metro suyo, reconociendo su emisor al acto: El celular. Y junto con ello, intuyó inmediatamente que el reimitente sería el peliazul. Volteó instantáneamente hacia su procedencia y luego de tomarlo y apartarlo de la colcha donde yacía posado, atendió, posponiendo su actividad anterior.

—Llegué unos minutitos después de que te fuiste —le dijo Shion. Me quedé un rato con IA y se me pasó la hora. Sorry por no llegar antes.

—Vale. Lo supuse. No importa, no te preocupes.

—No te enojaste, ¿cierto?

—No, ¿por qué me iba a enojar? —cuestionó.

—Porque, vamos, ella no te cae del todo bien.

—Nunca dije que me cayera mal—intuyó un tono dudoso en su novio cuando éste, con los labios perceptiblemente juntos, empleó el fonema de la letra M. Sin embargo, aún así, prosiguió con su argumentación. Aparte es tu amiga. Aunque me cayera mal, no podría decirte que no te juntaras con ella. Pero no me cae mal...

—Hum... Ella siente que no te agrada. Cuando recién subimos al auto, me lo dijo. Y que te nota cortante con ella.

 Kagamine rodó los ojos. No comprendía en su totalidad cuál era la demanda indirecta que ejercía el joven en su anécdota.

Something About Us [KaiLen] [BL/Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora