Según sabía, de los tiempos en que había sido amigo de Kaito, sus relaciones habían sido provistas de melodramatismo, gritos apasionados, toxicidad y parejas celópatas.
El azulete había salido asfixiado de cada uno de esos noviazgos y Len tampoco era fan del drama ni de la territorialidad excesiva, entonces cuando había empezado su relación con el peliazul se había mentalizado en no repetir el patrón. Con escasos catorce años no gozaba de ser un tipo muy experimentado y Kaito era su primera relación fuerte, mas consideraba que jamás había sido alguien celoso. Hasta los últimos días.
Donde había fallado.
—¡Deja de andar emo! —una miga de pan sucedió al mensaje, impactando ligeramente contra su frente.
Levantó la cabeza por inercia y se pilló con la cara reprochante de su hermana que, igual que él, degustaba su tercera comida del día, sentada en la mesa del comedor, al frente suyo.
—No ando emo...
—Tch, con esa carita... Es como que el estar cerca tuyo en este momento me contagiará tu aura depresiva. Onda, no sé si ponerme a llorar o animarte. Tipo así, a ese nivel.
De alguna manera particular, el comentario de su melliza le sacó una sonrisa. Quizás por la eventual exageración puesta en la oración.
—Joo, pero con esos ojitos todos sad —musitó ella, mostrando su inconformidad—... A ver, dime qué te aflige. Tú sabes que no soy la mejor consejera del mundo, pero al menos te puedo tratar de orientar..., o por último escucharte. Así que desembucha con confianza, que aquí tienes a tu sis'.
—No es la gran cosa, en realidad. Es sólo... lo que te conté antes de ayer... Ya no sé si lo que hice estuvo bien y... ¿Tu crees que exageré? Siento que fui muy notorio e hice escándalo de más, y que fui un poco infantil... No sé, realmente.
—Nah, no te eches para atrás, actuaste normal. Si yo tuviese un novio, y él trajera a su ex a nuestra cita, yo también me habría sentido pasada a llevar... Aunque, ¿sabes? No sé... Igual... Estamos hablando de Kaito, y él es un poquito inocentón y quizás no se dio cuenta de que la chica ésa tiene dobles intenciones. Me he puesto a pensar en eso... Es que, digo, como es su amiga, y uno a veces no nota ese tipo de cosas en los amigos cercanos; aunque también es su ex, y... ¡Agh!, es que, a ver, estamos hablando del tipo que le echa azúcar a las humitas y unta el helado en el pan.
Esa referencia motivó en Len algo de gracia que no pudo sino exteriorizar con una sonrisa.
Porque era cierto: Kaito era disperso, tiernamente torpe y particularmente inocente. Y eran una de las características que más le gustaban de él, porque le desembocaban plena ternura. Pero también sabía que, paralelamente, gozaba de gran inteligencia. Y era lo que al Kagamine varón le ocupaba tanto cuestionamiento sobre cómo es que él no concebía percibir extravagancia alguna en la chabacana, porque estaba seguro de que el trato que ejercía lA hacia el azulín no era el adjudicado a dos meros amigos: ¿es que era acaso ahí cuando funcionaba en éste el lado disperso, en disfunción de la inteligencia? ¿Era eso: que le faltaba avivarse?
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Something About Us [KaiLen] [BL/Yaoi]
FanfictionLen Kagamine. Un joven 'playboy' de diecisiete años. Dentro de sus intereses, mantener relaciones amorosas se hallaba inexistente. Podía sacar más provecho a las aventurillas sexuales, donde no se exigía el menor compromiso y su única responsabi...