El olor a carne asada, motivada por el viento, entró por la ventana semiabierta e impactó prontamente en los huecos de su nariz.
Por unos segundos creyó haber saboreado a la carne. Pudo sentir el sabor en su boca. Con ello, el antojo apareció abruptamente, apoderándose de su estómago y mente.
Tal vez debería dejar la molestia con su novio a un lado y acceder a la invitación que éste le había emprendido de ir a participar de la degustación del asado que se realizaba en su casa, que quedaba cercanamente al lado. Después de todo, el hambre llama. Y si tenía la posibilidad de comer gratis, ¿por qué no acceder?
Un pequeño sonidito lo sacó de su reflexión y lo incitó a mirar al aparato que tenía en la mano, que había sido el encargado de emitirlo.
«Y entonces, ¿vienes?»
Ahí, justo en la pantalla del celular, un mensaje de su novio.
Seguido de otro a los tres segundos.
«No seas así y ven. Te estoy invitando. ¿Me vas a dejar metido?», al ladito se podía ver una carita triste, formada por dos puntos y una letra c.
En ese momento volvió a tomar su reflexión. ¿Sería bueno ir? En cierto modo, aún estaba molesto con Shion. El asunto era que trataba de no exponer su emoción ante el joven en su forma pura y tal vez de no acudir a la vivienda vecina quedaría en evidencia.
Dejó escapar un suspiro pesado. Estaba aburrido de la repetitiva meditación. Quizás debería dejar el caso a un lado, desmolestarse con el joven y asistir al panorama propuesto. Total, la cosa no era para tanto... ¿o sí?
Cansadoramente, cada vez que consideraba deshacerse del drama, la causa que lo tenía en ése irritante estado emocional volvía a caldearle la cabeza duramente. Parecía que mientras más pensaba en ello, más se enojaba.
«Joo...Tremendo visto. ¿Sigues molesto?»
Y el otro más encima le preguntaba la cuestión.
Fue ahí cuando cierta chispita en su cerebro lo empujó a responderle –más bien, a aclararle– que sus ánimos estaban de lo más normales. No iba a darle la oportunidad de que creyese que por causa suya se hallaba algo pesimista. No contribuiría a que el ego del joven subiese a costa suya... (total, el tipo era terrible de populars. Re farala. Con eso tenía suficiente autoestima). Y, por sobretodo, no quería quedar como un niñito problemático o como ese tipo de pareja que usaba toda su creatividad para armar algún conflicto.
Tampoco es que pelease mucho con Kaito. Pero mientras más dramas pudiese evitar con él, mejor.
Odiaba distanciarse del chico por causa de una discusión.
La escena presente la aborrecía completamente, pero se le hacía medio difícil suprimir su ligero enredo de emociones.
Pensaba continuamente en la tarde anterior durante el trayecto en el autobús en que Kaito le había comentado que una amiga de la Universidad lo había besado.
Podría ser una tontería, puesto que el veinteañero había añadido en posterioridad que el beso no había sido consentido y que luego había apartado a la chica. Sin embargo, no conseguía liberarse en su totalidad de cierta negatividad al respecto. Sobretodo cuando Kaito era llenado en sus fotos y publicaciones de Facebook de abiertos comentarios de interés amoroso por parte de sus amistades femeninas.
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Something About Us [KaiLen] [BL/Yaoi]
FanficLen Kagamine. Un joven 'playboy' de diecisiete años. Dentro de sus intereses, mantener relaciones amorosas se hallaba inexistente. Podía sacar más provecho a las aventurillas sexuales, donde no se exigía el menor compromiso y su única responsabi...