Marzo, 1962
Era de noche. Un castaño se encontraba sentado en la estancia de su casa, tomando café, mirando fijamente la pared como si esta tendría las respuestas que tanto buscaba.
Preguntas. Muchas preguntas y ninguna respuesta.
Despegó su vista de la pared, para ahora dirigirse a sus manos que temblaban, hacía mucho frío y él tan solo llevaba una camisa. Aun así salió de su casa adentrándose a las calles vacías y oscuras de su ciudad.
Caminaba en silencio observando todo a su alrededor, con las manos en los bolsillos de su pantalón. Siguió caminado hasta encontrar un pequeño parque y recostarse en el suave pasto y dirigir su miraba al cielo que estaba adornado de un sin fin de estrellas.
-Ya es mi tiempo.
Una voz invadió su espacio, volteó para ver de donde provenía esta. Una mujer, una hermosa mujer de cabellos negros y piel pálida miraba el cielo con ojos cansados. Sus ojos, el castaño grabo el color hazel de los ojos de la mujer.Oscuridad.
John despertó abruptamente. Su boca estaba seca y su cabeza dolía. Miro a su alrededor y era de día, hizo una mueca y llevo sus manos a su cabeza la cual dolía.
Pensó que se había quedado dormido y entonces recordo a la bella mujer y se preguntó si ella fue un sueño o en verdad estaba ahí.
Se levantó, y corrió a su casa, su mamá podría llegar en cualquier momento.