Secuestrada por mis ídolos (Síndrome de Estocolmo) COMPLETA Youtubers/Streamers

Capítulo 19

El saco un papel, y apunto a Sheyla.
—Denisse... Saliste.— Tal parece que mi intuición fue mala.— Más que nada por qué ya pagaron tu fianza... Así que Samuel te llevará a... Otro lugar, y ahí podrán recogerte, sal de la habitación amiguita.

Después de eso no los he vuelto a ver.
Conocí a Grefg, algo así era su apodo, más bien, su nombre era David.
Él era el problema.
Denisse se fue; la chica demacrada seguía siendo agresiva, e incluso David le rompió un dedo, las inconscientes despertaron, y yo fui recuperando algo de memoria, recuerdo que perdí un poco la vez que me estrangularon.
No sé cómo diablos hicieron para que no tuviera un paro respiratorio grave.
Pagaron fianzas de algunas, hasta se solo quedamos tres.
—¡Hijos de puta! ¡Nos denunciaron! ¡Tenemos que irnos! ¡Ya!
Llegaron Rubius, Mangel y Samuel, al cuarto, con cinta americana.
—Pido que no pongan resistencia.— Dijo Rubén.— Y sentimos mucho su caso, lo entenderán después.
—Lo que tú eres es un payaso, si de verdad te crees que no pondremos resistencia de que nos lleven.— Esta vez, la que hablo fue Ximena, una de las chicas que estaban inconscientes cuando llegue.
—Lo pide a gritos colega, hay que dañarlas ¿no está claro?
—Esta claro.—Contesto Mangel.
Saltaron sobre nosotras, Sonya "la agresiva" lanzaba golpes a la cara de Samuel, y Mangel me ganaba sobre peso, puso sus rodillas en mis piernas y junto mis manos impidiéndole en movimiento.
Escupí, y recordé el dicho de "No escupas al cielo..."
Me cayo en la cara.
Él empezó a reírse.
Las demás gritaban por  auxilio y Llego Alex ayudando a los demás chicos a inmovilizarnos.
—¡Griten todo lo que quieran! ¡Nadie las va a escuchar! Chicos... A la camioneta.
Nos tomaron de los brazos, y nos pegaron cinta en la boca, al entrar nos pusieron una bolsa de tela en la cabeza, impidiéndonos ver, y nos mandaron a la cajuela.

Tardamos aproximadamente una hora en que el coche parara.
—¡No lo puedo creer! ¡Es inmensa, preciosa, preciosa, preciosa!.— Dijo Samuel.
—Es gigante Grefg.— Escuche la voz de Mangel.— ¿Y los demás?
—En casa, nos denunciaron ellos.