Cartas a una mala hermana

#3

23 de Abril del 2026

Aitana,

Ya han pasado varios años que no te veo, no hablo contigo. Me mandaste la invitación a tu boda, sin embargo no fui. No después de la mala hermana que has sido. Antes me hubiera gustado haber estado contigo, ahora, me duele el recuerdo de lo que fuimos y no podremos ser. No has intentado arreglar las cosas, no has venido a verme, no le ví el punto en ir a tu boda cuando todavía eres una cobarde que no me puede enfrentar. Maxwell se enojó conmigo por eso, pero al final entendió mis razones. Han pasado diez años. Te voy a contar lo que ha sido de mi vida desde la última carta que escribí mas no te envié. Puedo decir que yo también soy una cobarde por no confrontarte. Ahora que lees esto y las otras dos cartas, quiero que sepas es hora de enfrentar las cosas.

Me he casado con el hombre más maravilloso y tierno (también guapo, pero esto lo estoy escribiendo sin que se dé cuenta; no necesita enterarse que dije eso) en el mundo entero. Él es mi segundo enamorado. Lamentablemente, mi primer amor murió salvando a un extraño en la calle, sufrí bastante. Tengo tres hijos, unos mellizos de cuatro años y una hija de dos. Probablemente me has visto en televisión en las entrevistas que me han hecho acerca de los libros que he publicado, acerca de la editorial que construí desde cero y ahora es bastante famosa. He logrado mis metas. El camino no fue fácil, pero la vida nunca lo es. Tengo que decir que mi vida a mejorado desde que conocí a mi ahora esposo. Me apoyó en todo, tuvimos nuestros altibajos. Pero ahora somos felices, ya no hay nadie que se interponga entre nosotros.
No sé si sigues hablando con nuestros hermanos, de seguro sí, estando tu en otro país, debe ser difícil verlos.

Espero que seas feliz y logres las cosas, siempre fuiste buena riendiéndote, pero como has leído, las cosas también fueron difíciles para mí, no sólo en el amor, también en el trabajo, las amistades y mi suerte. No me rendí y ahora soy una persona exitosa. He escuchado que papá murió, no me siento triste, por su culpa pasó lo que pasó y tú le seguiste como perrito de la calle. Quiero que sepas que no te guardo resentimiento.

Espero tu respuesta, peor hermana del mundo, y que mis cartas a una mala hermana lleguen a ti.

Que seas feliz,
Laura, la hermana que perdiste por tu error.