Doce

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- Mangel, ¿necesitas ayuda?

- Por favor - Suspiro cansado - ¿Me alcanzas las cajas que está allá arriba?

Me subí en una silla para poder llegar a las cajas, pero cuando ya tenía la primera caja en mi mano, la silla comenzó a tambalearse provocando que me cayera.

Al no sentir el piso abrí mis ojos y sentí como Mangel me sostenía para que no cayera.
Me sonroje al estar tan cerca de él.

- Que bien que ordenan

Habló Rubén, que estaba apoyado contra el marco de la puerta mirándonos. Se encontraba con los brazos cruzados y frunciendo sus cejas.

Mangel me apoyo con cuidado en el suelo.

- Gracias - Le susurre un poco incómoda

Deje la caja sobre su cama y me fui hacia mi cuarto.

- ¿Me explicarás? - Cerró la puerta detrás de él

- ¿El que?

- ¿Por que Mangel te tenía encima? - Habló serio

- Estaba por caerme - Me acerque a el

- ¿Era necesario que te tocara?

- No me tocó, solo me sostuvo - Entrelace mis manos en sus hombros

- Te creeré - Me dio un casto beso

- Eres muy tierno - Sonreí contra sus labios

- Y tú muy linda

- Gracias

Bese sus labios delicadamente, cómo si no quisiera que se rompieran.

- Te quiero, ____ - Mi corazón comenzó a palpitar como loco

- Y yo a ti, Rubén

Era la segunda vez que escuchaba a Rubén decirme algo como eso, y me encantaba.
Estaba tan enamorada de lo perfecto que era este hombre.

De su pelo castaño que tenía una inclinación hacia arriba. De sus ojos verdes-marrones. De su sonrisa de niño, y de su risa.
Todo el me enamoraba.

Hasta su carácter de niño que cuando pasaba algo serio se convertía en un adulto.

- Creo que te estuve esperando toda mi vida, ____

- Lo bueno es que no tienes que seguir esperando - Acaricie sus mejillas - Ya estoy aquí

- Eres todo lo que me queda - Apoyo su frente contra la mía y suspiró - No te alejes nunca de mi

- Nunca me alejaría de ti Rubén

Me abrazo escondiendo su cabeza entre mi cabello, y suspiró.

- Tenemos que seguir guardando - Le susurre

- Estoy a gusto

- Vamos

Tome su mano y comenzamos a bajar las escaleras para encontrarnos con las otras tres personas que nos estaban esperando.

Otra Realidad - ElRubiusyTuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora