Capítulo 8

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N/A: Espero que les guste ;)

Camila's POV

Los días pasaban, y aunque fuese una semana, la suspensión de Lauren se sentía como una eternidad. Las clases que compartíamos juntas estaban algo vacías sin nuestras miradas chocando cada cinco minutos. 

Esta semana será un desastre. 

Mi cabello era una maraña. Odiaba los días en los que decidía lucir horrible no importa qué le haga. Con un moño: No. Con un clip: Tampoco. Un broche: Mucho menos.

¡UGH!

Lo cepillé y le coloqué un poco de mousse para formar algunas ondas, eso sería lo mejor que conseguiría por el día. Me observé al espejo y gruñí al ver las bolsas bajo mis ojos. No había dormido lo suficiente, el examen de historia se aproximaba y los hechos leídos en las páginas del libro parecían no querer adherirse a mi mente. 

Tal vez si dejases de pensar en ella...

¡Cállate, no pienso en ella!

Estás pensando en ella ahora mismo...

Puse los ojos en blanco y lavé mi cara con agua fría para luego aplicar un toque mínimo de maquillaje, sólo lo suficiente como para cubrir las bolsas y la esencia a muerte mezclada con cansancio. 

Ja, Ja. Qué buen chiste, Camilita.

Me puse unos jeans de tiro alto, una camiseta gris y unos zapatos de un tono más claro que la mezclilla. 

Bajé, desayuné algo apresurada y le pedí a papi que me llevara con su coche al instituto

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Bajé, desayuné algo apresurada y le pedí a papi que me llevara con su coche al instituto. Al llegar inmediatamente divisé a las chicas en la entrada, probablemente cuchicheando sobre algún rumor nuevo o hablando de chicos. Desconecté mi teléfono del estéreo y lo guardé en mi bolsillo.

"Adiós papi, nos vemos en la noche." Mi padre sonrió de medio lado y evitó mis ojos. 

"Ah, sí, sobre eso... Karla, tú sabes que soy un hombre ocupado con esto de la estación de policía nueva y pues... no creo llegar par-" Rodé los ojos largando un suspiro y abrí la puerta para salir.

Él me observó por unos segundos hasta que su motor volvió a cobrar vida y lo oí alejándose. Ya me valía cenar con la familia completa o a medias, él se lo perdía.

Me acerqué a las chicas que me saludaban animadamente agitando sus manos. 

"¡Hey! Llegas temprano por fin." Se burló Dinah de mi clásica impuntualidad. Reí sarcásticamente y luego de unos minutos de charla, la campana sonó, indicando el comienzo de clases. 

"Bien, abran sus libros en la página cuarenta y nueve, quiero que realicen en parejas el trabajo número cuatro." Ojeé los ejercicios sencillos y me sonreí a mí misma, esto sería pan comido. 

Mates (Camren G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora