(Imagen de referencia)
Tenía dias sin salir del departamento, estaba azotada por el frío, el invierno estaba afuera y adentro, iba descongelandome poco a poco. Estaba atravesando una época tan dura en mi vida, llegaron mis 30's, el trabajo fue cada vez mas escaso, y la moda fue adaptandose a las necesidades de las chicas de costura y tela. Escribia muy poco realmente, me dediqué de lleno a leer, buscaba paz interior, estaba concentrada en no morir porque simplemente mi rumbo se difuminó. Intenté tomar clases de diseño, trabajaba a veces ayudando en pasarelas, me inmiscuia en la vida de las modelos y sus cosas, su maquillaje etc, todo para no abandonar el universo que tanto amaba en la vida, mas, si de moda se trata; el boom musical que tanto me sofocó en aquellos meses de paparazzis y flashes...
Fue allí cuando Simon volvió a mi vida, bueno, Duran Duran fue, de hecho. Escuchaba su cancioncita melancolica en cada esquina, en cada tiendita, sitio, espacio de ciudad donde me ubicaba. ¿Qué era ese bullicio sorprendente que le encantaba a la gente?, ¿Qué tenía de especial?
Esa tarde cuando volví a salir, la lluvia golpeaba todo, las calles estaban vacías, los ruidos de los autos eran ecos de alguna dimension lejana a la nuestra, una calle que no era atravesada por almas, solamente eramos la lluvia, el asfalto, y yo. Entré en una cafetería, donde pude sacudirme un poco el agua de la ropa. Me senté en un banquito giratorio de la barra. Daban casi las 4 y media, en jueves de mitad de mes, cuando vi en la pantalla del lugar, el video musical de Duran Duran, Ordinary World. — Vaya. Cuanto tiempo.— Dije para mí misma, me rasqué la ceja en un acto de memoria, y suspiré, viendo en el video musical una añoranza, de algo que pudo pasar, quizás, de una esperanza abandonada, y mucha tristeza.—MusixMash tiene el honor de hablar con el hombre, Le Bon, cuéntanos, sobre el éxito rotundo de The Wedding Album!... — alcé la mirada y ví a Simon de nuevo. Era la primera vez que lo veía después de todo este tiempo, estaba anonadada. «S-Simon...» susurré. Vi de nuevo sus encantadores ojos azules, su cabello iluminado por la luz del set, nada habia cambiado en el... Nada.
—Los chicos, han trabajado bastante en este álbum sabes, yo... — Mientras Simon hablaba mantuve la mirada en la suya a través de la pantalla. Me resultó conmovedor, en cierto punto.Mientras bebía la taza de café, un café irlandés bastante exótico, la melancolía de esa canción me caló cada vez mas en mis adentros y me empujó a llorar. No entendía si realmente era por Simon, o el recuerdo de su momento conmigo. Salí inmediatamente, y en medio de la calle un auto me saltó.
— Fijate por donde vas, ¡Imbecil! — alcancé responderle y aceleré la marcha. La persona del auto se bajó.
— Hey, disculpame, es la lluvia —Era una voz conocidisima, casi como la de John, pero me resistí y segui caminando, tres pasos mas adelante, me giré, y ya no estaba. Caminé para despejarme de todo, pero en todas partes veía su cara, sus posters, el Wedding Album estaba sonando en todo lado, no podía concentrarme en otra cosa.
Llegué de nuevo a mi casa, y de inmediato sonó el teléfono.
— Digame?... A mí? Ok, iré enseguida. Gracias. — Una nueva oportunidad laboral, me contrataron para revisar el vestuario de la nueva portada de una revista.
Me sorprendí al llegar al edificio, una multitud de chicas estaba agolpada en la puerta.
— Qué pasa???— dije tratando de atravesar la masa de personas.
— Es Simon Le Bon!, le haran una sesión de fotos hoy!— respondio una afiebrada jovencita.
Me congelé, y mágicamente aterrice en la puerta, donde el portero pudo dejarme pasar sin problemas. Empecé a ponerme nerviosa, y caminé hacia el estudio, y efectivamente allí estaba.
Saludé a todos, Simon estaba hablando con otras personas, hasta que giró y cruzamos miradas, siete años después.
Siete años y seguía tan resplandeciente, impecable, sencillo y hermoso, como la última vez que lo ví.
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