IV

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- ¿Te irás tan temprano?. - Preguntó confuso Jimin al ver como Hoseok recogía todas sus cosas en mitad del descanso.

- Debo estudiar para un examen importante. Espero que te vaya bien en tu cita con Taehyung. - Con una sonrisa traviesa golpeó el hombro de su amigo suavemente, para luego desaparecer por la puerta. Jimin siguió con su clase, y cuando esta acabó esperó sentado en las escaleras de la entrada por Taehyung. Era ya costumbre esperar al más pequeño para ir juntos a casa. Alguna vez llegó a dormir en su departamento, le daba algo de pena y preocupación dejar a Taehyung solo toda la noche, y sus padres no se quejaban al respecto. Les había caído muy bien Taehyung, y como su madre decía “era un buen niño”.

- ¿Y Hoseok? - Un sudoroso Taehyung se sentó a su lado, con una expresión de confusión en su rostro.

- Lo primero que dices al verme y es sobre Hoseok, yo también te quiero. - Bromeó negando con su cabeza juguetón, y sacó de su mochila un suéter azul. Se lo tendió a Taehyung, quien no comprendió muy bien la indirecta. - Hace frío y estás sudado, podrías enfermar. Póntelo. - El mayor de ambos sonrió al ver como lo obedecía, y se acomodaba su suéter. Se levantó de aquella escalera y le ofreció su mano como ayuda para levantarse.- ¿Preparado para nuestra primera cita?

- Si. - Con un sonrojo en sus mejillas, Taehyung entrelazó su mano con la de Jimin, y se dejó guiar por este. Aún no sabía lo que había planeado el pelinegro, pero estaba seguro que le encantaría. No había nada en el mundo que le gustase más que pasar tiempo con Jimin.

- ¿Confías en mi?. - Preguntó parándose de golpe delante de él, Taehyung asintió sin dudarlo mucho sin embargo empezaba a arrepentirse al ver que Jimin sacaba de su mochila una bandana para taparle los ojos. - Te gustará créeme, se que confías en mi pequeño. - Suavemente Jimin tapó los ojos del menor con la tela, y con cuidado lo dirigió por el camino, evitando que se cayera o chocara con otras personas. Taehung escuchaba el bullicio de la gente a medida que avanzaba, pero seguía sin saber donde se encontraba. Cuando llegó el momento oportuno, Jimin quito la bandana de los ojos de Taehyung permitiéndole ver el parque de atracciones.- Se que es algo cliché, pero pensé que podría ser divertido y quizás algo diferente a una cita normal. Además, debido a las clases no hemos tenido  a tiempo para venir así que, que mejor que venir  ahora, y solos. - Sacó de su bolsillo las entradas que había comprado con anterioridad, para mostrárselas al menor. Este no dudo en coger una de las dos emocionado.

- Eres un genio Jiminie. - Con rapidez se abalanzó sobre el mayor dándole un corto pero cálido abrazo. - Hay tantas atracciones.. ¿A cual deberíamos ir primero?. - Tae tiraba de la mano de Jimin como un niño pequeño, emocionado y ansioso por subir a cada una de ellas....

- ¿Nos dará tiempo de subir en algo más? - Preguntó el moreno mientras abrazaba tiernamente el peluche que Jimin había conseguido para el en uno de los tantos juegos que rodeaban las atracciones. La tarde se había pasado tan rápida para ambos, lo habían pasado tan bien que se les había echo demasiado corto.

- Podemos subir a la noria... - El pelinegro rascó su nuca algo nervioso, en las películas de romance la pareja siempre subían a esta, para uno de los declararse y acabar en final feliz con beso. Era muy obvio, pero Taehyung era tan inocente que no se había percatado de las intenciones del mayor. - Ten cuidado al subir..- Le susurró Jimin cuando fue su turno para subir a una de las carabinas, agarró suavemente su cintura y subió detrás de el. Jimin siempre cuidaba de el con cada mínimo detalle, y aunque Taehyung no entendía muy bien el porque de tanta preocupación le gustaba que el mayor lo tratara de esa manera.

- Wow, se ve casi todo Seul desde aquí... - El moreno intentó acercarse más al cristal para poder ver mejor las vistas, pero una mano en su cintura le impidió movimiento alguno. Cuando giró su cabeza confuso, sintió como los labios de jimin se acomodaban encima de los suyos, como había pasado semanas atrás en la competición. Desde ese día no se habían vuelto a besar, pero habían comenzado a coquetear hasta que finalmente Jimin dió el primer paso y le pidió una cita a Taehyung. Lentamente soltó el peluche que ocupaba sus manos para pasarlas por el cuello del pelinegro. El beso era lento, pero ambos estaban disfrutando de cada roce. Las manos de Jimin estaban en la delgada cadera del moreno, acercándolo cada vez más a su propio cuerpo. Ninguno se quería separar, pero debido a la escasez de aire no les quedó otra opción.

- Echaba de menos tus labios.. - Murmuró el pelinegro aun a centímetros de su rostro, el siguiente en iniciar otro beso fue Taehyung, esta vez bajando levemente sus manos por su cuello. Habían perdido la noción del tiempo entre besos y caricias, que cuando llegaron a tierra tuvieron que interrumpirlos para que bajaran.

- Ha sido demasiado vergonzoso.. - Musitó Taehyung mientras se dirigían a la salida con un leve sonrojo en sus mejillas, haciendo enternecer a Jimin.

- Pero ha sido divertido, y se que te ha gustado tanto como a mi.- Agarró su mano suavemente como había echo toda la tarde con la excusa de no perderlo entre la gente.-  ¿Eso significa que me daras una oportunidad? - Preguntó mientras miraba como el menor balanceaba sus manos entrelazadas en el aire.

- Mmm, puede que si puede que no. - Contestó divertido, ganándose una carcajada de Jimin. Este simplemente negó la cabeza, y lo llevo hasta su casa. Era demasiado tarde, y la temperatura había descendido a esas horas, como para ir hasta la casa de Taehyung que se encontraba más alejada que la suya. Intentaron no hacer mucho ruido al entrar, pues seguramente los padres del mayor se encontraban durmiendo. Aprovechando la situación, lo primero que hizo al entrar fue acorralar al moreno contra la puerta, para empezar una ronda de besos apasionados.

- Sube. - Dijo en baja voz, Taehyung no entendió muy bien a que se refería, hasta que sintió las manos de Jimin sobre su trasero. Rodeó la cintura de este con sus piernas, subiéndose así suavemente a su cintura. Los labios de Jimin bajaron por su cuello, dejando un camino de besos húmedos y marcas que tardarían en irse. Quizás estaban yendo demasiado rápido, pero ambos habían esperado demasiado por esto. Taehyung no pudo evitar soltar un dulce y excitante gemido para los oídos del pelinegro, quien no dudo en seguir con su trabajo agarrando con fuerza el trasero del menor. Le sería fácil seguir al siguiente nivel si no hubiese sido porque la luz se había prendido seguida de una femenina voz...

- ¿Jimin?

Dance [ K. TH X P. JM ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora