Dance [ K. TH X P. JM ]

III

Allí estaba Jimin de nuevo, admirando el hermoso cuerpo del moreno como una verdadera obra de arte. Podría pasarse toda la eternidad que aun así querría seguir viendo más y más, incluso más allá de esas mallas...

- Gracias por esperarme Jiminie. - Un sonriente y sudoroso taehyung salía del aula para reunirse con su amigo. En las últimas semanas se habían vuelto mas cercanos, Jimin había descubierto que era mayor que el moreno solo meses, por lo que tenían la misma edad. Además, descubrió que no se equivocó la primera vez que conoció a taehyung, era la persona mas inocente y adorable que había conocido. A veces podía ser algo travieso e inquieto, muy inquieto, incluso más que Hoseok.

- Sabes que siempre lo hago. - Rodeó la cintura del menor con su brazo, caminando así de unidos hasta la salida. Esa era otra de las cosas que adoraba de Taehyung, no le importaba ser cariñoso delante de los demás, añadiendo lo m mimoso y pegajoso que podía llegar a ser. - ¿A donde quieres ir a comer hoy?

- Solo puedo comer fideos este fin de semana. - Taehyung suspiró, haciendo un puchero inconscientemente con sus labios.- La profesora dice que no podemos ganar peso antes de la competición. ¿Vendrás?

- Por supuesto. Nosotros somos los primeros en actuar, podré escaparme para ver vuestra actuación. - De pronto sintió como el menor lo abrazaba, el y sus abrazos imprevistos, no pudo evitar sonreír ante ese gesto. - ¿Cuantas categorías podéis ganar?

- Mmm, creo que cinco por grupo y tres individuales. Pero no creo que ganemos, las otras academias son muy buenas. - Con suavidad se acercó un poco más dejando un dulce beso en la mejilla del mayor. - Mucha suerte, te veré el dia de la competición.- Y sin más se fue, dejando detrás a un desanimado Jimin. Se había vuelto tan adicto a el que una semana sin Taehyung iba a ser una tortura.

*El día de la competición*

Jimin esperaba ansioso en la entrada de la academia, su actuación empezaba en menos de media hora y sus padres aún no llegaban. No había podido ver a Taehyung en toda la semana ya que ambos habían estado ocupados ensayando. Había convencido a sus padres para que fueran a ver también la actuación de ballet, con la excusa de que habían preparado una gran actuación para los invitados. Si les decía que uno de sus amigos participaba, no sabía si iban a reaccionar de buena o mala manera. Cuando por fin los divisó a lo lejos les indicó donde debían sentarse, además de indicarles por donde debían ir para asistir a ambas actuaciones.

Miraba algo nervioso detrás del telón improvisado que habían creado ellos mismos, a toda la gente que se encontraba expectante. Mentiría si dijese que no estaba nervioso a pesar de no ser la primera vez que lo hacía delante de un público, añadiendo que estaba ansioso por ver la actuación de Taehyung. Cuando por fin fue el momento, tanto el como Hoseok y sus compañeros bailaron sin dejar a nadie indiferente. Rápidamente cambió su ropa con el propósito de llegar a tiempo a la actuación de Tae, y junto con la compañía de su amigo se dirigieron hasta el aula de ballet.

- Hemos llegado a tiempo, menos mal.. - Murmuró algo agitado, apoyando su brazo en Hoseok para descansar. Divisó una vez más a sus padres entre la multitud, y se acercaron hasta ellos para tomar los asientos libres que habían a uno de sus lados.- Ya va a comenzar. - Comentó un impaciente Jimin, al ver el telón abrirse. Todas las bailarinas tomaron su posición incluidos Seokjin y Taehyung, los dos únicos hombres. El moreno podía sentir todas las miradas de desaprobación desde el público, había tenido el coraje de salir delante de tanta gente aún sabiendo las consecuencias que le traería a pesar de no ser el único hombre en el escenario. Por un segundo quiso huir, pero sus pies le impidieron moverse. Los nervios estaban jugando con el, y su pecho había dejado de respirar. Levantó levemente la mirada,  buscando algo de compasión entre esas miradas dañinas, y encontró ese pequeño rayito de esperanza que necesitaba en la sonrisa que Jimin le brindaba desde el público. Incluso si nadie quería ver su actuación, el daría su mayor esfuerzo por Jimin, le mostraría de todo lo que era capaz.

- ¿Conoces a ese chico? - Preguntó la madre del pelinegro, pues aquel cruce de miradas y sonrisas no había pasado desapercibido.

- Si, es un amigo.. - Respondió sin apartar su mirada del pequeño escenario, no quería perderse ningún detalle.- Su familia no pudo venir porque viven en Daegu, soy el único apoyo que tiene ahora mismo. -  Jimin sintió de nuevo esa pequeña​ opresión en su pecho, la misma que había sentido la primera vez que Taehyung le contó todos sus miedos, dudas, y sus sentimientos​. Ver a Taehyung llorar le hizo comprender que no era tan fuerte como parecía. El moreno era más débil de lo que todo el mundo se pensaba, pero aun así seguía luchando por su sueño de ser un gran bailarín, quizás esa era una de las cosas que a Jimin más le gustaba de taehyung, su perceberancia. Cuando terminó la actuación fue el primero en levantarse para aplaudir alegremente, habían echo un gran trabajo. Las demás personas se unieron a el poco después.

Taehyung quién miraba desde el escenario no pudo evitar que pequeñas lágrimas recorriesen su mejilla. Sin vacilación alguna bajo de aquel escenario tan frío y solitario, para correr hacía los brazos de Jimin, quién lo recibió sin queja alguna. Mientras uno lloraba, el otro sonreía orgulloso.

- Lo has echo genial, Taehyung. - Susurró el pelinegro acariciando la espalda de este, y sin soltarse de ese cálido abrazo. - ¿Porque lloras? Deberías celebrarlo idiota. - Con diversión le revolvió el cabello, intentando animarlo y parar esas lágrimas.

- Gracias Jiminie. - Sonrió separándose levemente para juntar sus labios junto con los del mayor, dejándose llevar por la emoción. Jimin se sorprendió al sentir como lo besaba, sin embargo no se separó. Cerró sus ojos dejándose llevar también, y envolviendo sus brazos en la pequeña cintura de Taehyung. Ambos se olvidaron de la gente que les rodeaba, de las presiones a las que habían estado sometidos, de todos los problemas, en ese instante poco importaba el mundo. Solo eran ellos dos.

Cuando el aire escaseo separaron sus labios el uno del otro, con las mejillas algo sonrojadas se miraron a los ojos, aun estaban unidos en un abrazo.

- Jimin...¿No nos vas a presentar a tu "amigo"? - La madre del nombrado se había acercado a ambos chicos, no esperaba tal escena por lo que ella también estaba sorprendida.

- Uhm, el es Taehyung, Taehyung ellos son mis padres. - Con respeto se acercó a ellos haciéndoles una leve reverencia, gesto que le devolvieron los padres del pelinegro.- 

- Encantado.. - Desde la esquina más alejada del aula se podían ver las mejillas encendidas de Taehyung, estaba más que avergonzado. Por otro lado Jimin no sabía que hacer o decir, no se esperaba ese beso ni esa reacción de su madre.

- Mi marido y yo nos preguntábamos, si te apetecería venir a celebrar con nosotros. -