t w e n t y

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Pasaron las horas, estaba nerviosa, no lo podía evitar.

¿Para qué me quería Luna?

No faltaba mucho para descubrirlo, tocaron el timbre, recogí todos mis útiles, salí hacia la puerta principal. Esperé un par de minutos, había tenido la oportunidad de llamar a mi madre para decirle que una compañera me invitó a su casa. Pude sentir su felicidad, hasta yo no me lo creía. Sobre todo porque era ella, la misteriosa Alma Luna. ¿Pero si sucedía algo, que le diría a mi madre?

Nunca le he mentido, ni tampoco lo quiero hacer, no estaría bien ser una mentirosa compulsiva. Bien, creo que Luna me mintió, habían pasado 10 minutos, y no aparecía. Cuando me disponía para irme, alguien detuvo mi paso posándose frente a mí.

- Te dije que esperaras, ¿tienes algo más importante que hacer? . 'Mi tarea', pensé.

- No, claro que no.

- Vamos, entonces. -emprendió rumbo, si no quería quedarme debía seguirla, ya posicionada a su lado, la miraba a su lado esperando una palabra u algo. Nunca sucedió. Un caminar silencioso.

Llegamos a un lindo barrio, esperen...

- ¿estamos... ?

- Sí, el barrio más rico y popular de Londres. No decidí ser rica..., te contaré cuando lleguemos. -bufó como si fuera algo típico. ¿Habría traído más personas antes que yo?

Llegamos a una linda casa de dos plantas, blanco con azul, tenía un porche lleno de flores. Sacó una llave de sus bolsillos, la posicionó en el perillo de la puerta, nos adentramos y al instante pude reconocer que estaba sola.

- Mis padres trabajan hasta la noche. - dijo como si me leyera el pensamiento. - Deseas algo, ¿agua? ¿jugo?

Negué con la cabeza, soy muy modesta respecto a estar en casa ajena y no tomar nada. No me gusta ser molesta o ser pesar a las demás personas. Entiendo eso.

LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora