Take all of Me. (BTS)

☜♥☞ Capítulo 11 ☜♥☞

.•❤ POV JUNGKOOK ❤•.

Hay veces... en las que cierro los ojos y es cómo si volviera en el tiempo. Es volver a ése día... Carajo, de sólo recordarlo me vuelve a dar cólera y es cómo si recibiera una patada en los testículos, la sangre me hierbe a pesar que han pasado bastantes años ya desde aquel día, el maldito día que entré a la habitación de JiMin por primera vez. Pero antes de hablar de eso, necesito contarles lo que sucedió desde que salí del departamento.

V no dejó de llamarme en todo el jodido camino, me envió más de quince textos y más de diez audios en los que seguramente me mandaba a la mierda, y sí, así era, me mandaba al carajo por haber montado tal escenita frente al vecino. Yo no tenía ni una hora fuera del departamento y ya me pedía que volviera porque no quería estar solo. Muy en el fondo quería girar el volante y retornar al departamento con él, pero tenía que verme con la señora Park... Con mi madre... Con aquella mujer de la que sólo tenía imágenes nítidas y en ése instante las volvería imágenes claras y recientes... Recuerdo... que mi cabeza era un remolino de sentimientos mezclados con deseos. Mis manos sudaban de sobremanera alrededor del volante, me dolía la cabeza y sentía revuelto el estómago. Tenía ganas de vomitar, mierda, sentía el vomito subiendo por mi tubo digestivo conforme llegaba a la calle en la que se encontraba la galería de la señora Park. Iba una hora tarde, no por irresponsabilidad, sino porque pasé tiempo rondando la ciudad con el único propósito de hacer pasar el tiempo y así, tomar un poco de confianza.

Cuándo giré en la esquina, llené mis pulmones con todo el oxigeno que me fue posible y exhalé aparcando mi joya negra frente la galería. El lugar era mucho más grande estando afuera de el y con luz de día, desde fuera parecía una cosa alucinante, con ventanales enormes de cristal transparente que se hacía opaco en la parte baja del cristal. Bajé con mucha lentitud y me acerqué a la entrada del mismo modo. Al entrar, un olor a papel y pino llenó mis pulmones, casi parecía un perro olfateando el lugar, tenía un olor agradable, parecía como si estuviera en el bosque o algo parecido. Me gustaba el olor.

Caminé con pasos muy lentos mirando todo lo que me era posible. Habían muchísimos cuadros, cuadros que en su mayoría eran pinturas hechas a mano de paisajes que se veían tan detallados y realistas como fotografías, también habían fotografías en cuadros más pequeños y algo que me llamó mucho la atención, fue un tipo de exhibición al fondo de la galería. Eran lienzos de tamaño considerado que medían desde mi cabeza hasta mis rodillas. Enarqué las cejas un tanto incrédulo al ver que los retratos estaban hechos a mano y que tenían tal precisión que en un inicio creí que eran fotografías. Eran muchos lienzos con retratos de personas, personas de las cuales no tenía ni puta idea de quiénes eran hasta que mis ojos se detuvieron en un lienzo en especial. Mis pupilas se dilataron al mirar tal retrato, desde que lo vi supe de quién se trataba.

En el lienzo posaba con un perfecto perfil, mirando hacia un punto medio y con los labios levemente separados, su vestimenta se me hizo un tanto ridícula ya que vestía con una chamarra que parecía ser de nailon y un sombrerito de pescador ridículo.