Capítulo 1: Introducción

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Pues ya ha pasado tiempo de que me dieron de alta, pero sigo yendo a exámenes de sangre, la verdad que antes de estar hospitalizado tenía una mente que quería ayudar a los demás, ahora se me fueron esas ganas, ya que no pienso como antes, ya no digo delirios por decir, me gustaría poder pensar como antes para pensar en los pensamientos de los demás, era como un don el de "leer las mentes" un juego matemático que tenía para saber qué piensa una persona con problemas o sin problemas, en mi caso conocí algunas personas con problemas como bipolaridad, psicosis, esquizofrenia, y pánico escénico, podía sentir sus problemas ¿Cómo? a través del corazón, sentir su latir y podía identificar su problema mental, tal vez si pensara en mi no llegaría a ningún lado, por eso me ponía a pensar en las personas que me rodeaban y por tener miopía podía ver el aura de las personas, sus colores, tenía una vista bien agudizada, hasta podía ver de noche y ver los libros iluminados, como si tuvieran alma, por eso me motivaba mucho leyendo en el psiquiatra, leía y leía sin parar, como 30 hojas diarias aveces mas, devoraba los libros por decir, de algo tenía que usar mi imaginación ya que estaba muy alocada. No estaba bien del todo, podía conectarme con otros seres en la noche, en mis sueños, podía comunicarme con supuestos "Dioses" que estaban jugando con mi mente, cuando estuve hospitalizado en la universidad de Chile, conocí a un tipo que dijo que le hablo un perro y le dijo que iba a conocer a dios, en justo en ese entonces yo me sentía como un dios, podía leer las mentes de las personas y conocer su pasado y futuro, y lo que él tenía era un demonio que no lo dejaba tranquilo, y yo le hice un ejercicio con su mandíbula porque no podía hablar bien y roncaba de noche y de un día para otro dejo de roncar y podía hablar mejor, era mi compañero de cuarto, yo lo ayude sacando un demonio que no lo dejaba hablar y que estaba jugando con su mente y había otro tipo que decía que los dioses eran estrellas y yo era uno de ellos, me decía que yo era una "estrella" y había un abuelo que solía aparecer en mis sueños, hablaba mucho con él, y cuando estaba despierto no hablaba con nadie, solo con mi compañero de cuarto que lo consideraba un discípulo, hablaba y le daba consejo, hasta que se fue a Colombia y me dejó solo en la habitación, y en esa 5 días después que se fue apareció alguien de mi edad que entró en mi habitación y dijo que te sucede, porque estas aquí y yo empecé a escuchar una melodía que no había escuchado antes y le dije que es que las pastillas no me dejan pensar, ni hablar, balbuceaba sin parar y le dije que quería tocar música y no podía, y en eso el me dice que tocaba los muslos como percusión y me calmo la mente, y el dijo que podía sentir las energía de las personas con solo nombrarlas, y me dice 2 nombres de amigas de él y el segundo nombre me dio más energía que el primero, podía sentir la energía igual que él, y de ahí no lo vi más.
Después apareció otro joven que tenía esquizofrenia por fumar marihuana y otras drogas, llegó amenazando a todos si no lo dejaban suelto, ya que estaba amarrado, al igual que yo y cuando lo soltaron fue a mi sala y era un tipo lleno de tatuajes y me dijo que sus amigos fuman marihuana y leían filosofía a la vez,y él hizo lo mismo y yo le dije que también hacia eso por eso estoy acá, leía libros de metafísica y filosofía para pensar más que el resto y por eso me hospitalizaron, quieren que sea alguien sin sueños por cumplir, ya que me gustaba soñar despierto, solo yo entendía mis sueños, eran muy psicodélicos y surrealista, que si los contara con detalles terminará imaginando algo inimaginable, por ejemplo, un día soñé que estaba con mis lentes de contacto y siento que se me cae y cae en mi mano, y en esa el lente se hace grande y empieza a latir como un corazón, era como si latiera y sentía un zumbido a la vez, fue algo muy surreal.
Hace tiempo que salí del psiquiatra de la universidad de Chile, pero por error mio deje de tomar pastillas porque no me dejaban pensar bien y me puse a contar lo que pasaba en mi mente me hospitalizaron de nuevo pero en el José Horwitz 1 mes mas o menos, por contar que estudie muchas carreras y no tenia cual estudiar, me iba a ir por medicina psiquiátrica pero me dijeron que estudiara algo que no me haga estar con mucha gente, así que me fui por la programación, y es algo que me gusta, hace un tiempo había creado un juego muy adictivo, que se llamaba epilepsia espacial, se trataba de un laberinto que tenía muchos colores por eso se llamaba epilepsia, pero por error mio conecte el pendrive a un PC y se echó a perder todo y se perdió el juego, tendré que crearlo de nuevo pero por ahora quiero escribir este libro para que se den cuenta de lo que pasa en la mente de un psicótico con pastillas.

Recuerdo que cuando estuve en el Horwitz leía más y los pacientes acudían pedirme ayuda, y yo los ayudaba, había uno que meditaba siempre con él, practicamos mantras de la filosofía hindú, era como si produjéramos ondas para curar nuestra alma, algunos nos miraban raros, y los pacientes que ayudaban solían llamarme maestro, ya que daba consejos y les explicaba por qué estaban aquí, fue una grata experiencia estar hospitalizado en el Horwitz ya que no me aislaban tanto como en la Chile, pero eso si no me dejaban leer libros muy alocados, me los quitaban, podía leer los de la biblioteca nomas, con el tipo que hacíamos mantras solíamos filosofar juntos al principio, pero después que nos cambiaron pastillas por unas más fuertes empezamos a dejar de filosofar de a poco poco, solíamos filosofar bastante como "la vida para ser vivida hay que vivirla como la vive el vivo" solíamos repetir muchas frases filosóficas también para "la muerte y la fe se pierde perdiendo la razón del ser", eran bastantes incoherentes las frases pero nos solemos entender y los demás nos miraban como "que chucha".

Me gustaría poder estudiar psiquiatría pero la carrera es muy larga y mi familia me prohíbe estudiar una carrera tan larga, así que me iré con analista en programación, ya que es una carrera que me manejo.

Filosofía PsicóticaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora