Él era Feo - JIKOOK

ESPECIAL: En Navidad los niños no deben llorar

Grandes casas se alzaban llenas de adornos navideños que aquella noche hacían fiel competencia a las distantes estrellas, en aquel barrio rico la celebración recién comenzaba ya que las 12 de aquella Nochebuena tocaban en repiqueteo las campanas de la iglesia.

El viento helado y la fuerte lluvia que de pronto se había largado no detenían los pasos de un pequeño niño protegido tan solo por una chamarra negra donde escondía anhelante una pequeña cajita forrada de una manera tosca con un papel brillante. Siguió corriendo hasta pasar las grandes mansiones y entrar a un barrio de clase mediana donde las festividades navideñas tampoco pasaban desapercibidas.

Ya cuando sus piececitos se tropezaban por el cansancio se detuvo ante una modesta casa donde se escuchaban villancicos desde una anticuada radio y el olor a pavo luchaba contra el de las galletas recién horneadas. Tocó la puerta unas 3 veces ya que el timbre se encontraba muy alto para él y esta se abrió al momento dejando ver una señora de bonita apariencia ataviada con un sencillo vestido.

-JungKook, ¿Qué haces aquí? – Exclamó sorprendida la mujer mientras alzaba en brazos al menor para despojarlo de su abrigo que estaba mojado - Estas empapado pequeño ,tendrás un resfrió si no te cambias de ropa...

- Nana, quiero ver a Jimin.... Necesito verlo ¿puedo?

La mamá de Jimin detuvo sus acciones un momento al oír la voz quebrada del niño y al mirarle el rostro se dio cuenta que las pequeñas gotas que se deslizaban por su lastimado pómulo provenían de sus llorosos ojos.

-Claro Kookie – susurró en un tono dulce - ¿tus padres saben que estas aquí?

El niño negó; mientras era mecido en los brazos de aquella confortable mujer que había cambiado sus atuendos a unos secos y tibios empezó a contarle como recibió la llamada de sus padres diciendo que por cuestiones de trabajo pasarían lejos la Navidad y la manera en como su hermano lo echo fuera de casa cuando lo descubrió envolviendo un regalo para Jimin a pesar que también tenía uno para su hermano mayor.

-M-me dijo que era un débil, que me odiaba p-porque por mí culpa mis p-padres no nos q-querían y me dejo afuera en la lluvia.... Y-y aquí – dijo con voz quebrando llevando su pequeña mano hasta el centro de su pecho donde se encontraba su corazón- s-sentí como si algo se q-quebrara

La mujer no pudo reprimir sus lágrimas y abrazó fuertemente al menor susurrándole cuanto le quería y que Jimin estaría feliz de verle, su corazón de madre fuertemente se oprimía al ver a ese pequeño de 7 años llorar tan amargamente en una festividad donde los niños siempre reían, donde todos merecían ser felices y sentirse amados.

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- ¿Jimin?

El pequeño pelinegro salió corriendo de la cocina cuando la puerta fue nuevamente abierta, por ella entraban Jimin y su padre que luego de dejar una pequeña caricia en los cabellos de ambos niños se dirigió donde su amada esposa.

JungKook al observar a su contrario quien a pesar de tener un pómulo golpeado y el brazo en un cabestrillo le sonreía dulcemente como siempre. El menor de ambos no pudo contener las lágrimas ya que sabía quién era el culpable de que su amigo este herido, y se abalanzó hacia él para estrujarlo en un abrazo mientras escondía su rostro en el cuello contrario.

-Lo siento – susurra- lo siento... él te hizo esto, solo porque eres mi amigo disfruta de hacerte daño....lo sien....

-Shh, oye Kookie, no llores pequeño... estoy bien, el doctor dijo que me sacaran el yeso en una semana, volveremos a jugar básquet ¿no estas contento?– dejando pequeñas caricias con su brazo bueno en la espalda contraria trataba de reconfortarlo- no llores, es Navidad; sonríe para mí pequeño.