¿Bromances? ©

Capítulo 24.

Narra David (Dei).

Por fin íbamos a tomar el avión hacia Cancún donde iba a poner en marcha mi plan de enamorar a Town. En el avión Álvaro y Alejandro quedaron juntos «che, Alejandro, de seguro él lo planeo» a mí me toco ir a un lado de un viejo gordo y adelante de un mocoso molestoso que iba patee y patee el jodido asiento, juro que cuando sea el viaje de regreso haré hasta lo imposible por estar mejor de los mocosos y cercas de mi Álva.

Al final me quede dormido y de no ser por Duxa me hubiera quedado allí.

   —          Al parecer el bello durmiente si despertó  – Se burló Alejandro.

   —          Pues no muy bien  – Dije y me estiré  —, un puto niño me estuvo jodiendo casi todo el viaje.

   —          Pero si el niño iba bien calmado, estaba durmiendo como un angelito  – Sonrió Álvaro.

   —          No entiendo como te agradan y puedes cuidar a los niños...

   —          Tengo que aprender a cuidarlos y aguantarlos ya que quiero dos hijos  – Casi me da un infarto al escuchar eso, aunque si él quiere yo quiero.

   —          Jajaja, pinche Dei, hasta pareces la pareja del Town, hasta pálido te pusiste  – Dijo Guillermo.

   —          Creo que eso te quito varios puntos  — Me susurro Alk4.

Seguimos platicando hasta que llegamos a la casa que ellos tenían acá, y efectivamente había sólo cuatro habitaciones, con cama matrimonial, cabecera de madera, buró y tocador de madera abedúl, alfombra gris, un closet grande, un pequeño escritorio y banco, a un lado del escritorio una gran ventana con lindas vistas a la playa, o por lo menos la mía.

   —          Que lindas vistas  – Dijo, atrás de mí, Álvaro.

   —          Y que lo digas.

   —          Tal vez te saque de tu cuarto y me quede en el tuyo  – Se acerco a la ventana.

   —          Eso es injusto  – Bromeé y lo abrace de la cintura.

   —          Da-David  – Volteo a verme.

Me encanta que diga mi nombre, amo escuchar como sale de sus labios, no resistí y lo bese, abrazándolo más. Al separarnos él estaba completamente rojo, pose una de mis manos por su mejilla, le sonreí y lo volví a besar.

   —          Dei  – Dijo al separarse del beso  —. Y-yo...

   —          ¡Álvaro, David, ya preparense que vamos a ir a comer!  – Grito Duxativa, probablemente desde su cuarto o la sala.

   —          Ve  – Lo solté y el se fue a su cuarto.

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¡Feliz navidad! un poco atrasada 😅.
Esperó que le hayan dado muchos regalos y hayan comido mucho.

*FECHA DE PUBLICACIÓN 25/12/2016*