Infertil

Capítulo XII

Las primeras partes están en mi cuenta de Cora36, la perdí y me fue imposible recuperarla.

Aquí está la continuación.

Disfruten la lectura ❤️
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¿Cuántas lágrimas debo soltar por ti Menma?

Dime.

¿He sido mala esposa?
¿He sido mala mujer?
¿Es porque nunca fuimos amigos cercanos?

¿Es por mi debilidad que me cambias y me dejas por ella?

Entiende, Menma, te amo, pero quise regresar con mi hija, nuestra hija. Aquella creación de nuestro amor, solo del nuestro, sin terceros. Sé que las cosas han cambiado. Sé que te he dejado... pero ya no podía más con esto... Menma, pido que me perdones. Regresare pero ya no para estar de nuevo en esa rutina tan tediosa y solitaria.

Y si tú no estás ahí para mí...

Lo lamento.

No viviré sin mi hija, estoy muerta desde el mismo día que ella lo hizo, y tú, a pesar de que pude seguir viva, de que pude sobrevivir y de que pude haber salido adelante me dejaste.

Me dejaste caer sola.

Me dejaste en la soledad completa.

En esas miradas vacías cada vez que cenabamos, en la distancia de ambos a pesar de estar tan cerca... no voy a poder con eso de nuevo Menma. No me devolverás el amor que me tenías desde hace tiempo... porque se lo has dado a ella.

Ella.

Y yo que soy tu esposa.

El amor que le diste era desde un inicio mío y sin más, como si nada hubiese pasado se lo diste. Arrebatandome lo único que me quedaba. Te escuché y regresé por ti. Pero ahora, al escuchar sus sentimientos de ella...

Ya no te quiero amar Menma.

Ya no más...

No si mi amor se lo vas a dar a ella.
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El olor a medicamentos impregnaba por toda la habitación, las enfermeras acomodaban las sabanas de Hinata que estaba aún dormida por los analgésicos que le habían suministrado hasta hace unas horas. Neji estaba hablando con el medico afuera de la habitación, hanabi miraba a su hermana desde la cama, mientras le acariciaba la palma de su mano con una ternura casi maternal.

Menma estaba en la maquina expendedora de golosinas tocando su cuello y cabeza ante el cansancio que presentó hasta hace unos instantes. Sakura que estaba al lado del medico con el que hablaba con tranquilidad neji, lo miraba de reojo, guiñandole de vez en cuando con algo de picardía.

Menma sonreía. Divertido.

Sabía que hacía mal, pero desde lo sucedido con Hinata encontró en ella un poco de consuelo y desestres corporal. Y vaya que de una forma muy bien hecha. Hinata desde hace una semana comenzaba a despertar, pero de alguna u otra forma pareciera que mientras duerme tenía pesadillas. Y de esa forma le daban tranquilizantes para poder dejar de tener pesadillas.

Menma estaba preocupado, seguía siendo su esposa después de todo, alzó la vista y se encontró con una melena rosada detrás suyo. Y sin más lo abrazó por la espalda dándole besos en ella. Menma asustado giro para quitarsela de encima.

-Tranquilo-. Dijo oliendo su cuello-. Neji entró a la habitación de Hinata, y el doctor se ha ido.

Y antes de que pudieran articular otra palabra se besaron, un tanto sensual y corto, sakura mordió su labio y Menma soltó un gemido.

-Esta noche te espero-. Sakura se fue y menma le tocó el trasero con los dedos.

A pesar de la soledad en la que ellos dos estaban no estaban en completa privacidad. Ella los veía, lo hacía. Y un odio casi infernal despertó en ella.

No iba a dejar que le vieran la cara a su hermana.
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Hola!
Tanto tiempo.

Sé que este fic debe de estar en mi otra cuenta pero por cuestiones privadas la perdí. Así que desde ahora seguiré esta historia aquí.
Lamento tanta la demora, intentaré poder actualizar con más frecuencia. Si me pudiesen hacer el favor de poder correr la voz de que la historia continua aquí se los agradecería de corazón.

Atte. Cora36