Introducción

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Los países de Oriente tienen signos que no dependen de la posición del Sol, sino de la Luna, es decir, de los años lunares. Por ello, es la influencia de la Luna la que, en los horóscopos chinos, ruge el destino de las personas.

En el sistema oriental, un año abarca doce lunas y, en ciertos casos, hasta trece. Este ciclo se repite cada doce años, siendo el ciclo total de ciento cuarenta y cuatro años, y los signos se repiten siguiendo siempre el mismo orden.

Cada uno de los años de este signo está representado por un animal que influye en el destino y el carácter de los nacidos bajo su dominio.

Cinco siglos antes de la era cristiana, Buddha llamó a todos los animales de la Creación para otorgarles una recompensa, pues iba a despedirse de ellos. A su llamada sólo se presentaron doce especies, que fueron, por orden de su llegada, la Rata, el Búfalo, el Tigre, el Gato, la Serpiente, el Caballo, la Cabra, el Mono, el Gallo, el Perro y el Jabalí o Chancho.

Agradecido Buddha a la presencia de estos animales, ofreció a cada uno de ellos un año, que a partir de entonces le estaría dedicado con su mismo nombre, quedando el mismo impregnado de su simbolismo y de sus tendencias psicológicas específicas, con las cuales se marcaría el carácter y el comportamiento de las personas que nacieran en el transcurso de dicho año.

Agradecido Buddha a la presencia de estos animales, ofreció a cada uno de ellos un año, que a partir de entonces le estaría dedicado con su mismo nombre, quedando el mismo impregnado de su simbolismo y de sus tendencias psicológicas específicas, c...

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En la Astrología occidental, con la posición de los planetas, los cálculos del Ascendente, del Medio Cielo y de las Casas, se logra confeccionar horóscopos individuales sobre un tema determinado. Del mismo modo, en Oriente se logran sorprendentes resultados de una gran complejidad, añadiendo a los datos básicos otros factores como "el compañero de viaje", señalado por la hora del nacimiento,y el elemento predominante, o sea uno de los cinco: Tierra, regida por Saturno; Agua, por Mercurio; Fuego, por Marte; Madera, por Júpiter y Metal, por Venus.

Cada signo del zodíaco bestiario chino es en sí un pequeño universo, un microcosmos con leyes y dominios afines, completamente independientes uno de otro.

El individuo nacido en el año de uno de estos doce animales tendrá su fuerza o su debilidad, su malicia o su ingenuidad, será revoltoso o pacífico, orgulloso o modesto, con distinciones que dependen en una buena medida de la estación, el mes y la hora de nacimiento e incluso de si hacía frío o calor en aquel momento.

En este libro se expone el año del Dragón, con expresión de la personalidad de los nacidos en dicho signo, sus antecedentes y sus relaciones con los otros signos del Zodíaco chino. 

HORÓSCOPO CHINO: DRAGÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora