Me desperté a las 10 AM; desayuné y mi madre Anabelle me avisaba que Josephine y August estaban afuera:
An:- Tus amigos ya están afuera Anthony.
Yo:- ¡Voy mamá!
J: Hola señora.
An:- ¡Hola querida!
Au:- Buenos días.
Yo:- Hola chicos, ¿Vamos?
Au:- ¿Le avisaste a los otros?
Yo:- Shh, no.
An:- ¡Adiós chicos, cuidensé!
Yo:- ¿Ya quieres que nos vayamos?
Au:- HAHAHA, no la tenía así.
J: Me duele... HAHAHA.
Yo:- Adiós.
J: Vamos en mi auto.
Yo:- ¡Tienes carro! ¿Por qué nunca me lo dijiste?
Au:- Ayer le regalaron sus tíos.
Yo:- Te envidio.
J:- ¡Siii, es hermoso! Un modelo nuevo perras.
Au:- Volviendo ¿Dónde fue el accidente?
Yo:- En la ruta 33. Vamos a prepararnos psicológicamente, no confío mucho en la que conduce.
Au:- ¿Podemos ir caminando Josephine? Si no te molesta.
J:- Muy graciosos, pero tendrán que aguantarme igual.
Nos subimos los tres al coche y emprendimos el viaje hacía la Ruta 33, un lugar conocido por sus históricas y repetitivas tragedias.
Cuando llegamos, solo se podia ver escombros por doquier, a simple vista, no quedaba algo humano allí, solo rocas y pedazos de metal.
Pero un objeto nos llamó la atención:Yo:- ¡Miren allá! ¿Qué es eso que brilla?
Au:- No lo toquen, debe estar hirviendo después del choque.
J:- No parece, no larga humo.
Yo:- Ay estúpida, pero no significa que no esté caliente. Aunque, lo voy a tocar.
Au:- ¡Espera! Agarra esta rama.
Al removerlo de las cenizas, lo observamos con mayor detalle y nos dimos cuenta que era un rombo, de unos 15 centímetros y gris; pero cuando lo toqué, estaba totalmente frío, casi como el hielo y muy pesado, unos 2 kilos más o menos.
J:- ¡Oh por dios! ¿A quién a pertenecido eso?
Yo:- ¿No se habrá formado aquí?
Au:- Pero es muy raro, imposible que sea obra de la naturaleza.
Yo:- ¿Eh? ¿Y ésto? ¿Signos? Miren, ¡Tiene signos!
Au:- Parece braille, son muchos puntitos.
Josephine pasa su mano sobre los puntos y estos inmediatamente se iluminan, y sorpresivamente, el rombo sale volando hacia el lugar de donde lo sacamos. Cuando nos acercamos, vemos minuciosamente como se mueve cada polvo y ceniza, restaurándose como si no lo hubieramos tocado nunca.
Au:- ¡¿Qué es ésto? ¿Como lo hiciste?
J:- ¡No lo sé! Solo rocé mi mano y saltó.
Yo:- Ey, intentemos de nuevo, pero esta vez posa tu mano para la izquierda.
J:- Vamos.
Cuando lo sacamos y repetimos el mismo procedimiento, pero al revés, el rombo salió expulsado por atrás, y quedó flotando en la misma altura en donde lo estaba sosteniendo, era increíble ver eso, pero además, nos fijamos en el piso, y el extraño rombo dejó marcas hermosas y muy complejas, similares a las de los cultivos.
Levantamos la vista y con solo mirarnos los ojos, adivinamos nuestros pensamientos: Hemos descubierto algo increíble, este es apenas el comienzo de una nueva historia, la historia que cambió nuestras vidas para siempre.
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Las Vueltas del Destino
Ciencia FicciónYo, Anthony, era un chico de la secundaria, común y corriente. Un día, cansados del colegio, mis amigos y yo nos fugamos. De lo que no eramos conscientes, fue que desde ese día, nuestras vidas cambiarían totalmente. ~Las Vueltas del Destino~