Capítulo 2: "El Descubrimiento"

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Me desperté a las 10 AM; desayuné y mi madre Anabelle me avisaba que Josephine y August estaban afuera:

An:- Tus amigos ya están afuera Anthony.

Yo:- ¡Voy mamá!

J: Hola señora.

An:- ¡Hola querida!

Au:- Buenos días.

Yo:- Hola chicos, ¿Vamos?

Au:- ¿Le avisaste a los otros?

Yo:- Shh, no.

An:- ¡Adiós chicos, cuidensé!

Yo:- ¿Ya quieres que nos vayamos?

Au:- HAHAHA, no la tenía así.

J: Me duele... HAHAHA.

Yo:- Adiós.

J: Vamos en mi auto.

Yo:- ¡Tienes carro! ¿Por qué nunca me lo dijiste?

Au:- Ayer le regalaron sus tíos.

Yo:- Te envidio.

J:- ¡Siii, es hermoso! Un modelo nuevo perras.

Au:- Volviendo ¿Dónde fue el accidente?

Yo:- En la ruta 33. Vamos a prepararnos psicológicamente, no confío mucho en la que conduce.

Au:- ¿Podemos ir caminando Josephine? Si no te molesta.

J:- Muy graciosos, pero tendrán que aguantarme igual.

Nos subimos los tres al coche y emprendimos el viaje hacía la Ruta 33, un lugar conocido por sus históricas y repetitivas tragedias.
Cuando llegamos, solo se podia ver escombros por doquier, a simple vista, no quedaba algo humano allí, solo rocas y pedazos de metal.
Pero un objeto nos llamó la atención:

Yo:- ¡Miren allá! ¿Qué es eso que brilla?

Au:- No lo toquen, debe estar hirviendo después del choque.

J:- No parece, no larga humo.

Yo:- Ay estúpida, pero no significa que no esté caliente. Aunque, lo voy a tocar.

Au:- ¡Espera! Agarra esta rama.

Al removerlo de las cenizas, lo observamos con mayor detalle y nos dimos cuenta que era un rombo, de unos 15 centímetros y gris; pero cuando lo toqué, estaba totalmente frío, casi como el hielo y muy pesado, unos 2 kilos más o menos.

Al removerlo de las cenizas, lo observamos con mayor detalle y nos dimos cuenta que era un rombo, de unos 15 centímetros y gris; pero cuando lo toqué, estaba totalmente frío, casi como el hielo y muy pesado, unos 2 kilos más o menos

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J:- ¡Oh por dios! ¿A quién a pertenecido eso?

Yo:- ¿No se habrá formado aquí?

Au:- Pero es muy raro, imposible que sea obra de la naturaleza.

Yo:- ¿Eh? ¿Y ésto? ¿Signos? Miren, ¡Tiene signos!

Au:- Parece braille, son muchos puntitos.

Josephine pasa su mano sobre los puntos y estos inmediatamente se iluminan, y sorpresivamente, el rombo sale volando hacia el lugar de donde lo sacamos. Cuando nos acercamos, vemos minuciosamente como se mueve cada polvo y ceniza, restaurándose como si no lo hubieramos tocado nunca.

Au:- ¡¿Qué es ésto? ¿Como lo hiciste?

J:- ¡No lo sé! Solo rocé mi mano y saltó.

Yo:- Ey, intentemos de nuevo, pero esta vez posa tu mano para la izquierda.

J:- Vamos.

Cuando lo sacamos y repetimos el mismo procedimiento, pero al revés, el rombo salió expulsado por atrás, y quedó flotando en la misma altura en donde lo estaba sosteniendo, era increíble ver eso, pero además, nos fijamos en el piso, y el extraño rombo dejó marcas hermosas y muy complejas, similares a las de los cultivos.

Cuando lo sacamos y repetimos el mismo procedimiento, pero al revés, el rombo salió expulsado por atrás, y quedó flotando en la misma altura en donde lo estaba sosteniendo, era increíble ver eso, pero además, nos fijamos en el piso, y el extraño r...

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Levantamos la vista y con solo mirarnos los ojos, adivinamos nuestros pensamientos: Hemos descubierto algo increíble, este es apenas el comienzo de una nueva historia, la historia que cambió nuestras vidas para siempre.
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