Las Vueltas del Destino

Capítulo 4: "La amistad perdida"

Ya habían pasado unos días del suceso aquél y tristemente todos nos aislamos, dejamos de hablar, de vez en cuando nos prestábamos algo en la escuela, que además estaba de luto, ya que el papá de Nicole fue muy ayudador con la institución.
A Nicole se la notaba muy deprimida, débil y frustrada. A uno le daba rabia verla así, por eso, yo y Josephine, acudimos a ayudarla a recuperarse mentalmente. Así quedamos en que al día siguiente nos encontraríamos en mi casa.

Las chicas llegaron y obviamente fuí a saludarlas, pero Nicole me ignoró, aunque no le presté atención a lo sucedido y les dejé entrar.
En la mesa, charlábamos y sincerábamos nuestros pensamientos:

N:- ¿No les ha pasado que tienen una pérdida y ya no les da ganas de vivir?

Yo:- ¡No digas eso! No es tu culpa.

J:- Yo pensaba lo mismo cuando murió mi madre, fue horrible, no había día donde no llorará. De eso aprendí que nunca hay que culparse, es la injusticia de este mundo, y realidades duras a las que uno tiene que adaptarse, porque eres una mujer valiente y muy humana. Cualquier situación la sobrellevaste y ésta, tarde o temprano, quedará como un triste hecho o más simple, como un recuerdo.

Yo:- Además la tristeza es algo que todos sentimos, no te sientas sola, pase lo que pase estaremos contigo.

N:- Si ni en ustedes puedo confiar.

Yo:- ¿Por qué? ¿Qué pasa con nosotros?

N:- ¡Todo fue su culpa!

Yo:- ¡¿A qué te refieres?!

J:- ¡¿Qué dices?!

N: ¡No finjan!

J:- No entiendo chicos ¿Qué está pasando?

N:- Yo sé muy bien que ustedes esconden algo, los ví muy raros estos días. August me contó que estuvieron en el accidente.

Yo:- Sí, estuvimos allí, ¿Qué más te dijo August?

N:- Nada más, solo qué me diría algo después.

J:- ¿Y qué te hace pensar que nosotros tenemos que ver con la muerte de tu padre?

N:- Estoy muy mal, perdonen, en serio.

Josephine y yo nos miramos y ya sabíamos que teníamos que decir la verdad.

Yo:- Nicole, hay algo que tenemos que contarte.

J:- Es algo sobre el accidente de la vez pasada.

N:- ¿Sí?

Yo:- Encontramos algo muy extraño.

J:- Un rombo.

N:- ¿Eh? ¿Y que importa eso ahora?

Yo:- Uno muy extraño.

J:- Anthony lo tiene aquí. Te lo mostraremos.

N:- ¿No hicieron nada raro con eso?; ¿O sí?

Yo:- Sospechamos que sí.

Subimos las escaleras y yo saqué de mi mochila el rombo. Estaba intacto y se lo mostramos a Nicole, quien al verlo, comenzó a bañarse en lágrimas.
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