Narra ____:
-Mierda...-me dije a mi misma cuando al despertar me apoyé en mi brazo haciendo mis heridas doler.-
-¡Date prisa en salir o te dejamos, me atrasas para llegar a la escuela, morsa!-gritaba Karla, mi hermanastra, del otro lado de la puerta.-
-Estoy lista en 5.-respondí.
Me puse una camisa de manga larga roja, unos jeans y unos tenis blancos.
Salí de la casa y me encontré con Karla mirándome mal. Subí al auto con mi padrastro y Karla.
Karla era la hija de Francisco y Mariana, mis padres adoptivos; ambos eran de por sí insoportables, pero Karla era aún peor, su cabello lacio y brillante con mechas californianas, sus ojos verdes con café y su piel de bronceado playero. Ella era toda una diva.
Bajé del auto frente la escuela y Karla saltó encima de Greg, mi ex novio que Karla había "contratado" para acostarse conmigo y dejarme, suerte que lo descubrí a tiempo.
-¡Estúpida!-dijo Camila, mi mejor amiga.
-¿Qué mierda quieres?-dije en un tono burlón.-
-Me transfirieron a Madrid.
-Anda, ¡que bien!
-¿Que bien? ¿Qué tienes en la cabeza? No estaremos juntas.
Pensé unos momentos y decidida le dije.
-Me voy contigo, así no tendré que soportar a Karla.
-¿Segura? Parto mañana.
-¡Segura! Estaré a tiempo en tu casa, bebe.-le lancé un beso y corrí a mi clase.-
No era la típica niña extraña e increíblemente acosada de la escuela, caía relativamente bien a los demás, claro exceptuando al grupo de Karla.
Realmente sólo recuerdo la razón por la cual no tengo padres, y no es algo de lo que me guste hablar. Mi familia adoptiva siempre me ha hecho menos, tengo buenas calificaciones pero ellos preferirían que fuese una vagina social, así como Karla. Ella es perfecta, no recuerdo cuándo comencé a odiarme y a verme gorda, sólo recuerdo que Karla fue la causante, zorra.
Camila ha sido mi mejor amiga por 3 años, ella es de estatura media, delgada, con tez blanca y su cabello rubio a juego con sus azules ojos.
Llegué a casa antes que Karla y no había nadie dentro, tomé mis maletas y las llené con toda mi ropa y cosas de cuidado personal, decidí no llevar mis navajas, sin ningún atormento en Madrid, no las necesitaría.
*
-¡Hola, cariño!-me saludó la madre de Camila al abrir la puerta.
-¿Ya ha llegado Camila?
-Está en su habitación, pasa.-se hizo a un lado para dejarme pasar.
Subí al cuarto de Camila, la saludé y me preparé para dormir.
Camila tenía 2 camas así que no teníamos mucho problema, me recosté mirando al techo con las manos tras mi cabeza.
-¿Cómo es Madrid?-le pregunté a Cam sin quitar mi mirada del techo.
-No le des muchas vueltas a todo esto. Te gustará.-apagó la luz.
(...)
-¡Adiós mamá!-gritó Cam mientras nos dirigíamos al avión.
Cam y yo nos sentamos separadas, ella se sentó al lado de dos chicos muy apuestos y yo al lado de dos chicas, una de ellas era muy bajita, con el cabello lacio café claro y ojos verdes; la otra era de estatura media, morena, con el pelo lacio café realmente oscuro hasta la cadera y un piercing en la nariz.
Hablamos bastante, la más bajita se llamaba Emma y la otra era Melissa, eran mejores amigas, intercambiamos números ya que ellas vivían en Madrid y estaría bien vernos.
Después de 2 horas de vuelo llegamos a Madrid a la 1:00 p.m.
Acompañé a Cam a su piso y yo fui en el auto a un edificio donde aún habían pisos libres.
-Buenas tardes.-dije sonriente al hombre a cargo.-Me dijeron que había pisos libres...
-Como sabrá los pisos son de los mejores en Madrid, sólo hay dos pisos libres; pero es mi obligación comentarle que no han sido ocupados ya que la persona de al lado es algo...ruidosa.
Hice una pequeña pausa y hablé.
-Vale. Así está bien.-Entregué el dinero necesario.- Sólo iré por unos muebles y regreso.
Comencé a caminar a la salida y choqué con un chico algo llenito.
-Disculpa.-le dije mirando al suelo.
-Noh teh disculpeh, he sido yoh.
Su manera de hablar me daba ganas de reír, me aguanté y salí rápidamente de ahí a la tienda de muebles para comprar con el dinero que mamá me había heredado antes de aquel asunto.
*
Un camión se encargó de traer los muebles y subirlos hasta el quinto piso, abrí la puerta, el piso me gustaba mucho.
-¿Necesitah ayudah para ordenah?-dijo el mismo chico de la entrada.
-Supongo.-dije algo nerviosa.
-¡¡RUBIUH!!-gritó con fuerza.
-ajdjdkdnsndns-dijo un chico muy alto mientras fingía agonizar.
Los miré confundida y el enorme habló.
-Este de acá es Miguel Angel, pero puedes decirle Mangel; yo soy Rubén...Rubius si lo prefieres.
-____.-dije mirando su camisa de gato.
-¿Te gusta?-dijo Rubén.
-Se parece al que tenía de pequeña.-respondí.
*
Comenzamos a acomodar todos los muebles en el piso y me tocó mover un sillón con Rubén.
-Mierda...-me había golpeado entre la puerta y el sillón y mis heridas se abrieron.
-¿Te has golpeado?-dijo Rubén mientras soltaba el sillón y se acercaba a mi.
-Iré al baño.-dije al notar que mi camisa comenzaba a mancharse de sangre.
-¿Estás bien?
-Claro que sí.
Vendé con prisa mis heridas pero mi camisa aún estaba manchada. Me la quité y entreabrí la puerta.
-R-Rubén.-lo llamé
-¿Si?-dijo sentado en mi cama.
-En mi mochila hay una camisa...¿p-podrías dármela?
Noté que se sonrojó levemente y en poco tiempo me la dio.
Miguel Angel o Mangel y...Rubius, partieron al piso de al lado que era de Rubius, no sin antes decirme que si se me ofrecía algo, no dudara en tocar.
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La chica suicida. (Rubius y tú)
Casuale____ tiene un pasado difícil que la atormenta día a día. Harta de todo, se muda de Málaga a Madrid, con la esperanza de un nuevo comienzo. Rubén, un youtuber exitoso y lleno de amigos nota la presencia de la chica que cada vez se ve más delgada, más...