Capítulo 19

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El amanecer en aquella isla era uno de los pocos espectáculos que me faltaban por observar, luego de hacerla mía hasta quedar extenuadas, Elsa se durmió. No ocurrió lo mismo conmigo, mi mente seguía atormentándome, por ello decidí escapar de sus brazos sin que lo notara, agarré la cámara y me senté en esa pequeña terraza a la espera de un nuevo día, a la espera de la luz que disipa las tinieblas, quizás esperando que esa misma luz iluminará mi alma y le diera un poco de sosiego a mi alterada razón.
Dos, tres, cuatro disparos, cada imagen era más impactante que la anterior.
¿No has dormido?
Detengo el enfoque y giro en busca de su voz.
Si -contesto apresurada- pero desperté y quise tomar unas del amanecer en este hermoso lugar -miento descaradamente, ella suaviza su rostro en señal que me ha creído-
Se acerca a mi y me rodea la cintura con sus finas y delicadas manos, aún mantengo la cámara entre las mías.
Hoy es el último día en este lugar, quería que fueramos a la ciudad más cercana y luego volver para disfrutar de nosotras
Sonrío y la beso. Callo por fuerza a mis pensamientos y preocupaciones.
Me encanta la idea -envuelvo mis brazos en su cuello y me fundó en un abrazo que parece detener el tiempo-
Te amo -me susurra y es el combustible que requería mi cuerpo para encederse-

Lo que siguió fue otra ronda de pasión.

**
Era una ciudad pequeña, muchas tiendas de perlas, Elsa había insistido en obsequiarme un collar de perlas negras, pero me negué a ello. Cada vez que algo ostentoso se cruzaba en mi camino, recordaba a su padre. El motivo de mi insomnio, y el centro de todos mis miedos.
Discretamente enreda sus dedos con los míos, seguíamos caminando por aquellas angostas calles, de poco transeúntes, de escasos turistas viendo aquellas tiendas joyeras que al parecer era la base secundaria de economía en esa región.
¿Por que no quisiste el collar? Anna me gustaba para ti
No suelo usar ese tipo de accesorios
Es eso... O ¿por el dinero?
Detuvo sus pasos y al tenerme tomada de la mano me obligó a hacer lo mismo.
Elsa son tres mil dólares... Crees que estoy loca para usar un colgante de semejante valor
Era un regalo de mi parte Anna
¡No!
¿Pero por que no? Es dinero, si lo tengo es para darme gustos y quiero dártelo

No lo quiero Elsa
¿Dame una razón?
El dinero no compra al amor y si te dejo que me llenes de lujos vamos... Sentiré que soy un objeto que estás comprando
Anna no es asi, tú eres -justo ahí se detuvo, mis ojos escanearon su rostro, pude ver el cambio en su color de ojos, la angustia por tratar de salir airosa de ese pequeño y no tanto error-
¿Soy tu amante? ¿Tu amiga con derechos?
¡Anna!
La solté y enseguida poso sus zafiros en aquella acción.
Ni si quiera hay un nombre para esta relación -negué varias veces y me giré para buscar el lugar de embarque, mis ganas de seguir en aquel lugar se habían esfumado.
El viaje paso en silencio, evitaba mirarle aunque sentía sus ojos atravesando mi cuerpo, a mis pensamientos volvieron las dudas sobre nuestra relación, si así podía llamarle.
Ella y su vida. Elsa y su padre. Elsa y su prometido. Elsa y yo.
Algo frío rodaba por mi mejilla, la humedad en mis ojos me hizo caer en cuenta que estaba llorando en silencio, no era consciente del juego en el que había entrado hasta ese momento, justo esa pequeña e insignificante frase de "tú eres" su nada.
Ella la perfecta y multimillonaria prometida de un perfecto y multimillonario hombre de negocios sueco.
Su mano se apoya en la mía pero por instinto la saco, la embarcación va perdiendo velocidad y al alzar la vista veo que estamos llegando a la habitación.

**

Han pasado dos horas desde que volvimos, ya la noche cayó y aun me encuentro en esa pequeña terraza observando a la nada, el viento es cálido y suave, el ya típico olor a mar entrando en mis fosas nasales. Mi mente trata de volver a la calma justo como esas aguas que ondean debajo de aquella habitación del hotel.
Vas a entrar o dormirás ahí afuera
Su voz es nítida pero suave. Casi como el susurro del oleaje.
Tal vez duerma aquí

Nieve y FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora