Nada como una buena platica.

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Al día siguiente tocaba la misma rutina de siempre, levantarse, cambiarse, desayunar, salir para tomar el transporte y al cruzar la calle ser casi atropellada. A veces siento que un día no seré capaz de correr o si quiera quitarme para no ser atropellada.

Al llegar al cole mis amigos me preguntan si estoy bien, me notan rara y no de buen humor, les contesto con una sola pregunta.

-¿Qué harían si les dijera que puedo tener esquizofrenia?

*el silencio invade nuestra conversación *

Aketzali:

- aah, yo te abrazaría muy fuerte-.
Jahir (novio de aketzali):

-Nada, todos tenemos un poco de locura-.

Brenda se queda en callada y solo me queda justificar mis acciones y platicarles lo sucedido.

Goretti 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora