Capitulo 8. Las dudas desaparecen.

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Solo quería escuchar la voz de Keunsuk, quería verlo no quería dudar, sabía que cuando lo mirara todas mis dudas se disiparían, pero no podía ir aún a Japón faltaban seis días y las horas eran eternas. Por un lado la señorita del servicio social estaba al pendiente de nuestros movimientos y quería que las cosas marcharan bien, tenía que actuar de una forma que no se notara mi renuencia hacia Siwon, tenía que verlo cuando no quería, pero por un lado tenía que acostumbrarme ya que él sería el padre de mi hijo y tendría que verlo por el resto de mi vida… Pero eso no cambiaba el hecho de que pudiera estar con él como quería, había fallado más de una vez y para ser sincera no sabía que iba a hacer.

—Te noto rara, ¿Pasa algo? —Keunsuk ya lo había notado desde hace días y continuaba con la misma pregunta, pero no sabía que responderle, no quería preocuparlo de más ya que tenía muchas cosas en mente como para que yo le diera más problemas.

—No cariño, no pasa nada, solo es cansancio acumulado, no he dormido bien por las grabaciones, estamos un poco retrasados, pero dime ¿Cómo te está yendo con las presentaciones? —le dije tratando de cambiar el tema.

—Muy bien amor —se escuchaba entusiasmado y muy feliz, eso me alegraba mucho, me encantaba verlo feliz haciendo lo que amaba —la gente me ha aceptado muy bien, les gusta como hago el show —reía mientras me contaba —he recibido algunas prendas intimas durante las presentaciones —reía algo nervioso —nunca antes me había pasado esto, no supe qué hacer con ellas, ninguna me queda —comenzó a reír y yo junto con él.

—¡Loco!, ¿Cómo crees que vas a usar esas prendas?

—Lo sé, lo sé solo bromeaba, pero la verdad si me sorprendió muchísimo.

—Me imagino, ¡las mujeres europeas están contagiando a las asiáticas!

—Al parecer si amor, pero creo que deberían ser mas reservadas.

—Somos tan diferentes —lo dije aunque en realidad lo pensaba para mí.

—Pero compatibles —me gustó su respuesta, realmente lo éramos.

—Seis días —le dije cambiando de tema.

—¡Oh si lo sé! Cuento las horas aunque parecen eternas.

—¡Ya se! Me pasa igual, pero ya falta menos, ya quiero verte, te necesito… —me sonroje un poco al decirlo.

—¡Wow! Haces que se acelere todo dentro mí —su voz sonaba entusiasta y feliz —también te necesito… Te Amo mi Nina

—Sukkie … También Te amo… —se lo dije lenta y claramente y de pronto note la realidad de mis palabras, pero más que eso de los sentimientos que tenía por él, yo realmente lo amaba y no imaginaba una vida si no fuera con él, las dudas que tal vez había tenido referente a Siwon, eran porque en una gran parte de mi vida hubiera querido que fuera real y tal vez haber disfrutado un poco más de ese amor que sentía por él y que fuera reciproco, pero el destino nos había jugado una mala  pasada y ahora teníamos que afrontarlo tanto Siwon como yo, al parecer al que le costaría más seria a él —¿Amor? —Sukkie había quedado atónito y muy feliz ya que yo nunca le había dicho antes un Te Amo…

—Gracias —su voz parecía extasiada y me contagió de esa aura, él lograba muchas cosas en mí, siempre estaba feliz con él.

—Nada de gracias, me debes muchos abrazos y besos ¿Ok? —comenzó a reír.

—No tienes porque decirlo esos van incluidos en el paquete —seguía riéndose y yo junto con él.

—Más te vale mi loquito —era tan feliz que a veces creía increíble e imposible que fuera verdad, pero esto era lo que había y lo disfrutaría hasta el último momento.

Un príncipe me salvó la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora