El ultimo año.

¿Café?

¡Al fin es de día!
Estoy agotada, realmente no dormí mis horas de sueño completas. Intento no abrir del todo mis ojos porque se que si lo hago me quedarán hinchados y pequeños.
Corre el tiempo: Ducha rápida, secar cuerpo y cabello, crema de peinar y cepillar, humectante, bloqueador, algo de BBcream para tener mejor color y brillo de labios, uniforme y un poco de máscara de pestañas. ¡Listo! Y en solo 20 minutos, es mi nuevo récord.

Tardo mis cinco minutos en cepillar bien mis dientes antes de ir a por mi desayuno. Se que me sabrá insípido al principio; pero lo vale por no pisar de nuevo el dentista.
No es que odie el dentista, hasta me agrada ir a mis consultas habituales, pero no soporto el sonido del taladro ni el dolor agudo que me produce, por ejemplo, cuando me deben curar alguna carie producto de mi gran obsesión a lo dulce.

Cuando llego a la cocina mi madre está limpiando la encimera.
- Hasta que te levantaste, ¿Estas lista tan temprano?- Comenta sorprendida.
- Si, ya lo tenía todo listo.
- Habría que ver cuánto te dura ese entusiasmo. ¿Leche o café?
Mi madre sabe que odio el café y que nunca lo tomo; pero siempre pregunta sin falta.
- Sabes que no me gusta y no sé porque siempre preguntas- Digo algo irritada.
- Siempre tengo la esperanza de que digas que sí.
- ¡El café es malo! Es una fruta quemada a propósito, es adictivo y en exceso a la larga daña mucho tu estómago.
- Ya lo voy a dejar.
- Siempre lo dices pero de nuevo veo que compras más cada semana.
- Es que no puedo estar de pie sin una taza de café, de verdad que no puedo.
- ¡Entonces hazlo gradual, mamá!
- Bueno...Otro día. -dice dispersa.
Se que es una promesa vacía; pero de todas formas hago como que le creo y me voy a alistar mi maleta.

Cómo amo los útiles escolares nuevos, sobre todo el embriagante olor de cuadernos nuevos. Pero como es el primer día solo debo llevar uno para apuntes. Aunque después de todos estos años en ese colegio, se muy bien que aunque sea, un profesor, enviará tarea a pesar de ser el primer día. Todos los años es lo mismo.
¿Qué más debería llevar?
Creo que con un lápiz grafito y un borrador me las arreglaría bien, pero de todas formas llevaré algunos resaltadores y marcadores para que mis apuntes queden más vistosos. También guardaré mi humectante de labios por si se resecan y goma de mascar por si acaso.
¡Casi lo olvido! Un libro siempre es bueno para distraerme por si hay una hora libre, aunque mis amigos siempre terminan distrayéndome y no avanzo nada del libro.
Mis amigos...olvidaba que los veré de nuevo. Estas vacaciones solo salimos un par de veces. La idea de volver a verlos realmente me entusiasma.
Creo que llegó la hora de irme.
Me despido de mi madre que me dice que me porte bien y atienda la clase, mientras yo le respondo con la contraria para hacerla irritar un poco, ese es el amor que nos profesamos.
Voy hasta la parada de autobuses y espero a que pase el mio, tengo 15 minutos para llegar, lo único que me alivia es que vivo relativamente cerca de mi colegio en comparación a mis amigos. Espero que el autobús pare esta vez, hay veces que por la temporada escolar, está tan copado de pasajeros, que no me ha querido llevar y no he tenido más opción que gastar un buen porcentaje del dinero de mi semana en taxis para no llegar tarde.
Ya viene, espero a que se detenga susurrando con fervor que pare. Para frente a mi y lo agradezco, subo y pago mi pasaje agradeciendo doblemente cuando me percato que el autobús va vacío.