Aprendiendo a ser romántico |Louis Tomlinson|

Cap. 15

[Maratón 5/5]

Miraba la pared blanca que estaba junto a mi cama. Era como un punto en el que podía perder la mirada y tomar un viaje a mi pequeño mundo para pensar un poco.

Era sábado por la mañana, sábado 14 de febrero. Un día en el que todo es de color rojo y rosa, donde todos los lugares estar decorados con pequeños corazones, un día en el que puedes ver a todos felices y 'enamorados', un día en el cual escuchas más "Te amo's" que cualquier otro. Un día en el que Louis se comprometería.

Si, Louis se comprometería con Eleanor y no había nada que hacer.

La idea martilleaba en mi mente, era como una daga afilada que dolía haciendo que cada parte de mi ser doliera hasta el punto de querer gritar. Y sólo se me venia a la cabeza el beso.

Aún podía sentir el hueco de los labios de Louis sobre los míos, su suavidad y dulzura, la delicadeza con la que se movían. También sentía el roce de sus manos sobre mi piel, delicado y dulce. Tenía grabada su mirada al momento de decirme "Te quiero", sus ojos azules y profundos siendo sinceros.

Pero todo eso valía nada.

Era algo bastante cliché decir que el amor de mi vida se iría con el amor de su vida, pero así era.

Otra daga que se clavaba en lo más profundo de mi ser era el hecho de que Louis me había tratado como premio y me había dejado como zorra. De haberlo hecho a mis espaldas, jamás creería que alguien tan lindo como él lo hubiese hecho, sin embargo, lo hizo y me duele.

Debería odiarlo, detestarlo por ser así. Pero no podía, era como si cada fibra se mi ser lo necesitara con más urgencia, y el beso no ayudaba del todo. El beso solo había incrementado mi necesidad de él.

Aunque algo si tenía seguro, Louis no podía enterarse de lo que quería. Podría ser mi pequeño secreto, porque si se llegase a enterar seguro que sería la burla de todos por estar enamorada de alguien que simplemente no siente nada en absoluto por mi.

Escuché la puerta de la habitación y segundos después se cerró. No me moví, había dicho que me sentía mal y no bajaría a desayunar... aunque ciertamente, lo único que quería evitar era encontrarme con Louis.

Encontrarme con Louis y su mirada azul, su sonrisa deslumbrante, su cabello castaño y revuelto. No quería encontrarme con su felicidad que seguro aplastaría la mía, suena egoísta pero no creo poder soportarlo, y tampoco quería ver como discutía los detalles de su cita con Zayn o con Niall, si es que ya sabía. No quería ver como iría vestido, no quería sentir dar mi corazón un vuelco y quedarme minutos admirándolo sabiendo que me vería como una completa idiota.

En pocas palabras no quería ver a Louis.

-¿Te sientes mejor?-preguntó Perrie sacándome de mis pensamientos.

No respondí. Sentía un nudo en la garganta, y sabía que si hablaba me rompería y comenzaría a llorar hasta quedarme seca. Mi labio inferior comenzó a temblar y tuve que morderlo para que parara.

-Te traje algo de desayunar, debes comer algo-dijo Perrie suavemente.

Podía escuchar su voz cada vez más cerca. Mi amiga más que nadie comprendía por lo que estaba pasando. Ella era quien se había quedado conmigo noches despierta hablando de cosas un poco superficiales sobre los chicos y más cuando habían tenido partido. Cosas como los suaves movimientos de Louis y Zayn al jugar, la rapidez con la que se movían, la concentración que se podía leer en sus rostros y la manera en la que sonreían al meter un gol y celebraban abrazándose. Ella sabía de mis sentimientos hacia Louis, ella me había descubierto incontables veces mirando a Louis de la manera en la que ves a comida cuando tienes hambre. Gracioso pero cierto.