Subí las escaleras con la ira en cada paso. Mis puños cerrados, sometiendo mis dedos a un dolor insoportable, pero más insoportable era el dolor que no se puede curar tan fácilmente; el de un corazón roto. Ese dolor perdura mientras el amor aún sigue ahí. La única cura para ese dolor es el olvido pero, el olvido de una persona que quieres, no llega tan facil.
No me molesté en tocar su puerta, más bien casi la derrumbo de tanta cólera en mi interior.
No parecía sorprendido. Ya me estaba esperando y eso me enfureció más.
—Ya estabas tardando —rodó los ojos con una burlona sonrisa.
—¿¡Porqué has hecho eso?!
—Porqué tú no tuviste la valentía de hacerlo—explicó, encogiendose de hombros.
Casi, solo casi, me abalanzo sobre él pero... ¿de qué me serviría? Las cosas no cambiarían si lo hiciera.
—Sabes lo importante que es ella para mí, pero aún así lo has hecho... ¡maldita sea! Lo tenías todo planeado porqué te jode que tu ex te haya puesto los cuernos conmigo. Y yo, como un imbécil, te contaba todo. Te decía como era ella, te contaba qué ponía en las cartas.... ¡todo!—mis dedos sobre mi cabello, estirándolo con rabia. Me pasé las manos por la cara mientras negaba con la cabeza, incapaz de creerme que esté sucediendo esto—confiaba en ti.
—Y yo en ti, sin embargo me arrebataste lo más importante para mi.
—Así que vamos a jugar sucio.
—Me toca acabar lo que tu empezaste.
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QUERIDA DIVA FEA... #Wattys2016
Short Story"Si todos tuvieran un final feliz, nadie sería realmente feliz"
