contrato de... amor?

Tensión al máximo

Todos, incluso Sasuke pensaron que la razón del estado de Sakura se debía a la presencia de Sai, y por eso Sasuke hacía todo lo posible para estar con ella el mayor tiempo posible, sacando a relucir una especie de ternura que parecía no tener, pero aún así, a la chica no parecía importarle. Lo que nadie se imaginaba, era que Sai no era la única razón del estado de depresión y estrés por el que pasaba Sakura.

Pronto se cumpliría un aniversario más de la muerte de su madre y de nuevo los sentimientos de culpa habían vuelto a atormentarla. Conforme la fecha se acercaba, Sakura dejó de comer, de dormir, cada vez se veía más sin vida, era cómo si su alma estuviera en otra parte, Sasuke lo notó inmediatamente, pero Sakura no le decía nada, simplemente le sonreía tratando de hacerle creer que estaba bien, pero él podía notar cada vez que miraba sus hermosos ojos verdes, que no era así. Sakura incluso estaba dejando de hablar, lo que hizo que Sasuke se alarmara, pensando en lo sucedido con su hermana menor y se repetía una y otra vez que no iba a permitir que ocurriera lo mismo.

La tarde transcurría con normalidad, Sasuke terminó de revisar unas cosas en la biblioteca de la universidad y salió corriendo rumbo al restaurante, apenas habían pasado tres horas desde que la había ido a dejar y aún faltaban varias horas más para que el turno de Sakura terminara, pero no le importó, estar lejos de ella hacía que él se sintiera intranquilo, pensando en que probablemente Sai estaría hostigándola.

Cuando llegó, el restaurante se encontraba lleno, atravesó la zona de las mesas rumbo a la cocina y entonces vio a Sakura que traía una charola con varios platos y vasos que acababan de lavarse, Sasuke esbozó una sonrisa, se acercó a ella y la abrazó por detrás a la altura de los hombros haciendo que la ojiverde diera un respingo, luego se giró encontrándose con el rostro del pelinegro y le sonrió. Entonces Sasuke se acercó a ella y la besó en la mejilla notando que estaba un poco caliente.

- ¿Cómo estás? - preguntó el pelinegro - ¿Te sientes bien? Te noto un poco pálida, ¿Te sucede algo? - Sakura negó con la cabeza.

- ¿Por qué llegaste tan temprano? - preguntó la pelirosa. Al oírla, Sasuke se sintió aliviado, hacía un par de días que no la había escuchado hablar - ¿Pasa algo? - el pelinegro le negó con la cabeza.

- Ya no tenía nada que hacer, así que quise pasar a ver cómo estabas y de paso hablar unas cosas con mi tío.

- Claro - susurró Sakura.

- Entonces te veo en un rato, ¿Te parece? - la chica asintió con la cabeza, Sasuke la besó nuevamente en la mejilla - ¿Segura que estás bien? - ella volvió a asentir. Entonces Sasuke se dio la media vuelta y comenzó a caminar. A tan sólo un par de metros de haberse alejado, escuchó el sonido estridente de cristal rompiéndose, se giró y vio a Sakura en el piso inconsciente y sangrando.

- ¡Sakura! - exclamó mientras corría hacia ella, inmediatamente llegó la gerente y algunas meseras. Sasuke se agachó y tomó en brazos a la pelirosa bañada en sudor - Sakura... Sakura... despierta por favor... Sakura - repetía el pelinegro mientras golpeaba levemente las mejillas de la chica buscando que reaccionara - Sakura por favor despierta - entonces la gerente se acercó y tocó la frente de la chica.

- ¡Está ardiendo! - exclamó - Traigan agua fría y unas toallas, ¡Rápido! - ordenó a las meseras que se encontraban alrededor - Hay que detenerle la hemorragia - dijo al ver que Sakura sangraba de una mano, producto de haber caído sobre los cristales, tomó la pañoleta que rodeaba su cuello y la colocó sobre la herida para evitar que siguiera sangrando.

- ¡Sakura despierta por favor! ¡Sakura! - exclamaba Sasuke totalmente desesperado - ¡Por favor, despierta! - en ese instante regresó Matsuri con el recipiente con agua fría y hielos además de las toallas, rápidamente las mojó y las colocó en la cabeza de Sakura.