Entre al salón y me senté en mi lugar, como todos los días y siento que alguien agarra mi mochila y la cambia de lugar.
—Hoy te sentas conmigo—Dijo secamente, su voz grave era hermosa, dominante.
Me senté con él, pero eso fue lo único que me dijo en el día.
Aunque me frustró que me dijera que me siente con él y no me hablara depués fue lindo poder mirarlo de cerca.