Capítulo 1; adiós mamá, adiós papá
–Adiós ❤ –tecleo rápidamente. Suspiro; ¿cómo puede ser que me lleve mejor con la madre de mi mejor amiga que con la mía?
Mi cabeza está por estallar. Odio llorar, porque siempre me coje migraña. En fin. Ahora estaréis pensando: ¿Por qué llora esta? ¿Qué le pasa? Seguro que es otra chica que se hace la desgraciada, para así sentirse más querida. Al contrario. No le digo nada a nadie. No quiero que se preocupen. No me hago instagrams subiendo fotos llorando, ni nada por el estilo. Solo me aguanto, lloro en silencio y paso los días. Y es que en estos 15 años de mi vida he aprendido que no te puede fiar ni de alguien de tu familia. Que la gente es mala, te quiere mal. Primero te da amor y cuando ya tienes confianza en esa persona empieza todo lo malo. Tiene razón el dicho que dice que la confianza da asco. La confianza es una mierda. Tanto como si confias en alguien como si confias en ti mismo. Siempre acabas de morros contra la realidad. Ya realidad siempre será que tarde o temprano todo saldrá mal.
Bueno, después de todo este rollo os contaré mi historia. Mi nombre es Diana, tengo 15 años y vivo en Barcelona. Mis padres y yo no tenemos una relación, qué digo, nos llevamos
como el culo. Y no es por los berrinches típicos de los adolescentes, os lo aseguro. Es peor. Creo que mi madre tiene esquizofrenia. Se de qué hablo porque mi hermano la padece y sus comportamientos son similares. Ambos piensan que todos los que les hacen algo malo sin querer es a propósito, les da por enfadarse sin más, e infinidades de cosas que no aguanto más. Es asquerosamente asqueroso. Lo odio. Por otro lado está mi padre. A mi padre le aguanto menos. Sólo piensa en mi madrastra y en nadie más (y ahora que lo pienso, al igual que mi madre con mi padrastro) y si se le cruza un cable me puede llegar a hacer sangre.