IX

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Capítulo 4;

Estaba en mi habitación aburrida cuando de repente se abrió la puerta.

–Hola, tú debes ser Diana, ¿cierto?

–Sí, encantada. –sonreí.

-Yo soy Lucía, encantada. –me miró con su mejor sonrisa.

Después de la presentación nos conocimos un poco mejor. Resulta que ella está aquí porque padece esquizofrénia. Cuando me contó eso me quedé helada, ¿este también era un centro de enfermos? Me explico que sí, que lo era, ya que aún estaban construyendo el centro en el que ella debería estar. Me quedé pensativa. Se veía buena chica, no parecía esquizofrénica. En fin. Se hizo la hora de cenar y fuimos juntas hacia el comedor.

–Anda, pero si es la rara. –dijo una chica pelirroja, burlándose de Lucía. Miré a ma recién nombrada, se notaba que de estaba conteniendo.

–Red, no puedo hacer eso. Me expulsarían. –susurró.

Me quedé helada, ese Red, ¿sería una ilusión causada por su enfermedad?

–¡He dicho que no! –dijo al borde del llanto.

La niña pelirroja de reía descontroladamente, ¿cómo coño me tenía que parecer gracioso eso?

–¡No te voy a escuchar, no te estoy escuchando! ¡LA LA LA LA! –comenzó a taparse las orejas y a rodar por el suelo. Yo estaba al borde del llanto, estaba asustadísima, no sabía que hacer. De repente vino una enfermera y se la llevó. – ¡Red me quiere obligar a hacer cosas malas, pero él es bueno, se lo juro enfermera Green, porfavor, créame! –lloriqueó.

–¿Estarás contenta, no? –le dije a la pelirroja. Ella me miró indiferente y se fue meneando el culo con aires de diva. Que se pudra.

Después de lo ocurrido me fui a mi habitación, se me había quitado el hambre. Sentía un nudo en mi garganta. Tenía miedo de Lucía. Era buena niña, pero me preocupaba ese tal Red. ¿Y si conseguía manipularla para que me hiciese daño? En fin. Esa noche dormí sola. Supongo que Lucía estaría en la enfermería.

Diana;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora