— ¡Arriba Sofia!
— ¡Mamá! Aún es muy temprano.
— ¡Se te hará tarde! Es tu primer día para ir a tu nueva escuela, por favor.
— Bien mamá, ya voy.
No tuvo opción. Me levante con una flojera enorme. Fui a bañarme. En diez minutos ya había acabado. Busque entre mi ropa para buscar algo bonito. Agarre unos jeans azules y una playera negra. Busque entre mis tenis y agarre unos Converse negros. Me cambie y me hice una cola de caballo un poco alta y despeinada.
Baje a desayunar y me cepille los dientes. Y lo más rápido que pude, hice un pequeño desayuno saludable para la escuela. Guarde todo en mi mochila.
— ¡Mamá! Ya estoy lista.
— En un momento bajo Sofi.
Mientras mi mamá bajaba, tome mi celular. Tenía algunos mensajes de mi mejor amiga Daniela.
*Hola Sofi.
Espero que tu primer día de clases te vaya increíble. Te quiero boba. Suerte.*
Respondí.
*Hola Dani.
Gracias. Te quiero más tonta.*
Mi mamá bajo y me dejo en la escuela. No puedo negar que estaba muy bonita, aunque veía a las personas muy fresas. No conocí a nadie, estaba aterrada.
Entre y camine sola, me gusta la soledad en realidad. Pero entre tanta gente no siempre me gusta. Camine hasta encontrar mi salón. No estaba muy lejos. Me senté en un lugar que estaba vacío y espere a que empezará la clase.
La maestra llego y empezó a dar su clase, las matemáticas jamás me gustaron pero puse atención.
Al finalizar la clase salí del salón, camine por los pasillos. Estaba un poco distraída entonces tropecé con alguien. Él era guapo, en realidad lo era y mucho. Tenía unos ojos muy bonitos. Y un cabello genial. No era de los populares, lo note porque no se veía fresa.
— ¡Perdón! No me fijé por dónde iba. — Dije un poco nerviosa.
— No de preocupes, descuida también debí ver por dónde iba. Hola, me llamo Daniel. — Dijo él con una sonrisa.
— Hola, me llamo Sofia. — Dije con una sonrisa.
— Sofia, bonito nombre.
— Gracias. — Dije mientras sonreía.
— ¿Eres nueva?
— Sí, así es.
— Increíble, ¿Quieres que te muestre todo? — Dijo mientras me veía fijamente.
— Sería genial, no conozco mucho por aquí.
— ¿En qué semestre estás? Así te buscaré en un rato.
— Quinto semestre.
— Yo también voy en quinto semestre. Tal vez nos veamos en algunas clases.
— Ojalá. — Dije con nervios. — Bueno, tengo que irme, en un rato te veo.
— Hasta al rato. — Dijo con una sonrisa.
Camine de vuelta a mi salón, esperando a que iniciará la siguiente clase. Mire todo el salón. No podía creerlo, Daniel estaba en el mismo salón que yo. Wow.
Al finalizar la clase dos personas se acercaron a mí y me hablaron.
— Hola. — Dijeron los dos.
— Hola. — Dije y sonreí un poco al hacerlo.
— ¿Cómo te llamas? — Dijo él.
— Sofia. ¿Y ustedes?
— Yo me llamo Valeria. Él se llama Mateo. — Dijo Valeria con una sonrisa.
— ¿Por qué no hablas con nadie? — Pregunto Mateo.
— Estoy hablando con ustedes. — Dije sonriendo.
Valeria y Mateo se rieron por un momento al igual que yo.
— Es decir, ¿Por qué no has hablando con nadie del salón antes de que nosotros te habláramos? — Dijo Mateo.
— Soy nueva. Soy un poco tímida.
— Con nosotros no serás nada tímida. — Dijo Valeria.
Sonreí, y me levante de mi lugar.
— Bueno un gusto chicos. Tengo que irme.
— Te veremos mañana. —Dijeron los dos.
Camine por los pasillos y me fui a casa, ya mi día había terminado en la escuela. Fue sencillo llegar a casa caminado, no estaba muy lejos.
Al llegar a casa, subí a mi habitación y puse una canción, Yellow de Coldplay. Y pensé en lo que me había pasado en la escuela y olvide por completo que tenía que ver a Daniel para que me enseñará toda la escuela.
— ¡Daniel! — Dije. — ¿Cómo es que lo olvide? Bueno, mañana le explicaré todo.
Saque los libros de mi mochila y encontré una nota.
*Sofia.
Supuse que olvidarías que te enseñaría las instalaciones. Mañana sin falta lo haremos.
Aquí te dejo mi número por si acaso, linda tarde.
-Daniel.*
