Pedimos un taxi y fuimos lo más rápido al hospital. Daniel iba muy nervioso que hasta olvido sus cosas en mi casa. Pagamos el taxi y entramos al hospital. Daniel encontró a su mamá.
— Mamá, ¿Qué sucede?
— Es tu hermana, se cayó de las escaleras.
— ¿Cómo está ella?
— Aún no me dan información.
— Ella estará bien. — Intervine.
— Oh, mamá, ella es Sofia, una amiga.
— Hola, mucho gusto. — Dije mientras le extendía la mano.
— Hola, un gusto Sofía.
Los doctores llegaron e interrumpieron la platica.
— Su hija está bien, solo necesita reposo. En un rato se la podrá llevar pero necesito que ella esté en cama por algunos días y tome este medicamento.
— Gracias Doctor. — Dijo la mamá de Daniel demasiado aliviada. — ¿Puedo ir a verla ya?
— Claro.
El doctor nos guió a todos a ver a la hermana de Daniel, en realidad no pensaba que Daniel tenía una hermana. Obvio, lo conocí hace poco, casi no sé nada de él.
— Aquí es. — Dijo el doctor y luego se alejó.
Todos entramos y esperé a que los dos se calmarán y les di su espacio.
Observe a la hermana de Daniel desde una silla que estaba en una esquina de la habitación. Ella era muy bonita. Tenía cabello color castaño y tenía un gran parecido a Daniel. Tenía sus ojos un poco más oscuros que los de él. Pero eran muy parecidos.
Ya que ellos estaban viendo cómo estaba ella yo saqué mi celular para enviarle un mensaje a mi amiga Dani.*— Dani, hola. Necesito hablar contigo.
— Sofi, ¿Qué sucede?*
— En realidad nada, solo necesitaba saludarte.
Conocí a un chico nuevo, se llama Daniel, es muy guapo.
— No llevas más de dos días en Nueva York y ya conociste a gente tan rapido. Me sorprendes cada día más, Sofía.
— Necesito hablar contigo por videollamada y contarte todo, ¿Puedes más al rato?
— Claro, hablamos en un rato. Te quiero.
— Te quiero más.*Guarde mi celular y volví a observar a la pequeña hermana de Daniel. Ella me observó y le pregunto algo a Daniel, no escuche nada.
— ¡Sofi! Ven aquí. — Me dijo Daniel.
Me pare de la silla y fui directamente hacia Daniel.
— Mira, ella es mi hermana. Tiene 12 años. Se llama Nathalia.
— Mucho gusto Nathalia. Me llamo Sofia.
— ¿Eres la novia de mi hermano?
Me puse nerviosa y solo sonreí.
— No incomodes a Sofia, Nathalia. Ella no es mi novia.
— Solo soy una amiga que acaba de conocer.
Hubo un poco de silencio por un minuto, pero después yo mate ese silencio.
— Tengo que irme.
— Te acompaño. — Dijo Daniel.
— Tranquilo, quédate con tu hermana, sé cómo llegar a casa.
Me despedí de Nathalia y la mamá de Daniel. Y por supuesto, de Daniel.
Salí de la habitación y fui directamente a la salida. Esperé un taxi.
— ¡Sofia! No te despediste bien de mi.
Me di vuelta y ahí estaba Daniel.
— Daniel, pero claro que lo hice.
— Te falto algo.
— ¿Qué? — Dije algo confundida.
— Esto.
Daniel se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla. Sonreí y no dije nada más. Llego un taxi, lo tome y me fui a casa.
Al llegar a casa subí a mi habitación, me recosté en mi cama y pensé que más tenía que hacer. Eran las 7:35 p.m. Recordé que tenía que llamar a Dani.* — Dani, ¿Puedes ahora?
— Claro que puedo. — Comenzó la videollamada. — Cuéntame, ¿Ya me has cambiado?
— ¡Daniela!
— ¿Qué? Intentó ser realista conoces a gente fácilmente.
— No, no te he cambiado por nadie. Ya extrañaba verte.
— Eso me alegra. Yo también ya extrañaba tu cara fea. Por cierto, también conocí a un chico, se llama Oliver.
— Jaja, cállate. ¿Está guapo y tiene buenas intenciones?
— Esta guapo, pero sus intenciones no son las que yo esperaba.
— ¿Te hizo algo? — Pregunte preocupada.
— No, pero muchas chicas que ya han estado con él me han contado como es realmente.
— Lo siento Dani, ya encontrarás a alguien.
— ¿Daniel tiene buenas intenciones?
— A penas y lo conozco. — Dije riéndome un poco. — ¿Por qué no te vienes a vivir conmigo a Nueva York? Así lo conoces y estamos juntas.
— ¡Me encantaría! Lo hablaré con mis padres.
— ¡Claro!
— Oye, es algo tarde y tengo algo de sueño, ¿Te parece si hablamos mañana?
— Claro que si Dani. Hablamos mañana. Te quiero mucho.
— Sueña conmigo. — Dijo riendo. — Te quiero más.
Termine la videollamada. Al finalizar vi mensajes así que vi quién era. Era Daniel.*Sofia. Gracias por acompañarme hoy al hospital, espero que no te haya incomodado el beso.
Buenas noches, descansa.*No le respondí, solo sonreí y me fui a dormir.