Confesiones II.

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- Bueno cariño, ya es hora de que nos cuentes que está sucediendo- menciona Tomas.

- Esta bien, el es mi prometido, al parecer mi padre organizó una boda con el para poder ser aliados en sus empresas y así inyectar capital de una empresa a otra y que la empresa familiar se salve.

- No puedo creerlo mi amiga se va a casar, y no con un hombre cualquiera, es decir esta buenísimo, de una vez te digo si tu no te casas, yo si lo hago- menciona mi querida amiga Elena.

- ¡Cállate Elena!, que no entiendes para que fueron diseñados los matrimonios, Sam se supone que te casas por amor, no por obligación- dice Tomás en un tono que me hace molestar.

- ¡Tu que sabes!, te la pasas de cama en cama, con las chicas que a ti se te dan la gana, y ahora vienes a hablarme de amor.

- ¡Sabes que, ya no te soporto Sam, me largo!

- ¡Pues vete!- en ese momento veo como Tomas sale furioso a su clase.

- Sam ¿Estas bien?

- ¿Porque me preguntas eso?

- Porque Sam, estas llorando, mira, yo se que Tomas a veces se comporta como un idiota, pero ya se le pasará.

- Elena, te quiero mucho, pero por ahora te tengo que dejar, ¿podrías inventarte una excusa?

- Claro, le diré a la directora que no te sentías bien para que puedas presentar los trabajos después.

- Te quiero mucho Zorra, nos vemos después.

- Lo mismo idiota, no me olvides.

En ese momento salgo rápidamente de la universidad y realmente no se que hacer, decido caminar sin rumbo; compro un helado y me siento en una banca para comerlo, ya eran casi las 2 de la tarde, así que decidido irme a casa.

Al parecer mi casa estaba muy lejos, porque ya me dolían los pies revise la hora y ya eran las 4:30 de la tarde, cuando por fin llegue a casa me encontré con un Tomas sentado en las escaleras que hay debajo de la entrada con un tarro con helado, el si que sabe como ganar mi perdón.

- ¡Sam!, por fin llegas me estaba preocupando mucho, y antes de que hables te quiero pedir perdón en serio, no sabía lo que estaba diciendo realmente, tu sabes que te quiero mucho, no se que seria de mi sin ti, eres lo mejor que le paso a mi vida cuando te conocí a ti y a Elena mi mundo cambió totalmente, enserio ¿me perdonas?

- Con esos pucheros tan lindos que haces, como no te voy a perdonar, eres lo mejor que le paso a mi vida Tomás, tu me conoces más que nadie, y claro que te perdono, además que trayendo a lo más hermoso de esta vida como no te voy a perdonar.

- Yo ya sabía que era lo más hermoso de la vida no tenías que repetirlo- menciona un muy modesto Tomas.

- No seas idiota me refiero a el helado- en eso tomo el helado casi raptandolo de sus brazos- oye, ¿quieres pasar?

- ¿Vamos a hacer noche de películas enana?

- Que tal si hacemos tarde de película, es que tengo una cena esta noche, es la primera vez que las personas nos verán como "prometidos", será la noticia del momento.

- Bueno tampoco suena mal, pero algo si te advierto donde ese imbécil te haga daño o algo similar, lo mato con mis propias manos

- Esta bien, vamos que quiero comerme a esta delicia

Pasamos la tarde viendo películas con Tomás, hasta que se hicieron las 8 de la noche y tuve que ir a vestirme porque ya era tarde, me despedí de mi amigo y subí a arreglarme.

Espero que esta noche, sea una buena noche no se porque pero tengo un muy mal presentimiento.

Enamorada de sus demonios (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora