No puedo creerlo

60 3 3
                                    

Luego de lograr salir de mi shock les menciono:

- Bueno si esto se trata de una broma déjenme decirles que es una broma de muy mal gusto y que no me provoca nada de risa de hecho. Ahora vamos a cenar que tengo hambre.

- Cariño esto no es una broma, si nos permites te contaremos exactamente que esta sucediendo, pero lo de la boda es un hecho- menciona mi padre

- Se que es un poco complicado de asimilar y de comprender para ti hija, entiendo que debe ser difícil enterarse que te casaras de un momento a otro y con un completo extraño, pero te juro que el es una gran persona y cuidará de ti- menciona mi madre.

- Bueno, comprendo la situación; pero no comprendo la razón por la cual me quieren casar con un completo extraño tan de repente.

- No te hemos contado pero la empresa esta pasando por una crisis financiera muy importante, ya nadie confía en nosotros y los precios de nuestras acciones están en el suelo, lo único que podemos hacer es unirnos a la empresa de este hombre para poder adquirir nuevos socios y estabilizar la economía de la empresa- menciona mi padre.

- Comprendo que estén pasando por una crisis económica, pero no dejo de pensar en esto como si mis propios padres me estuvieran vendiendo a un completo extraño.

- Samantha!! no vuelvas a mencionar eso, claro que no te estamos vendiendo, conocemos a los padres de este muchacho, ellos ayudaron a tu padre a iniciar la empresa y ahora su hijo quiere ayudarnos a salir de este problema; por favor hija puedes tratar de comprender un poco esta situación- menciona mi madre.

Luego de ese conmovedor discurso, mi mente no paraba de pensar en que mi vida iba a cambiar de aquí en adelante, sentía que las puertas del auto se reducían cada vez más y más, tanto que no pude estar ahí más tiempo, sin pensarlo abrí la puerta del auto y corrí lo más rápido que pude trataba de huir de los problemas, pero más que huir de mis problemas trataba de huir de mi mente. Cuando sentí que mi cuerpo no podía más me senté en una acera, tratando de calmar mi acelerada respiración, solo cuando pare logre darme cuenta de que estuve llorando todo el camino.

- ¿Enserio lagrimas? valla si eres patética Samantha. En eso alguien me responde:

- No me parece patético el hecho de que este llorando.

Un poco sobresaltada giro para encontrar al dueño de aquella voz, se trataba de un hombre al parecer de unos 23 años llevaba puesto un abrigo, al parecer costoso y unos pantalones negros elegantes.

El hombre al ver que no decía una sola palabra continuó hablando.

- Espero no haberte asustado es solo que pude ver que estabas un poco desesperada quería saber si te encontrabas bien; mi nombre es Ryan.

- Un gusto, mi nombre es Samantha- menciono esto mientras me levanto y le extiendo mi mano. Espero no parecer una loca es solo que no he pasado el mejor día.

- Piensa en los días malos como un día de muchas enseñanzas, además, de que el día de mañana será mucho mejor en comparación con este.

No se porque pero su comentario me conforta bastante, tanto que me hace reír un poco.

- Me alegra saber que al menos te hice reír un poco, espero que pronto las cosas mejoren para ti Samantha; debo despedirme tengo a unas personas esperándome. Que tengas linda noche.

- Que tengas una linda noche Ryan.

Luego de quedarme otros 30 minutos allí y de sentirme más tranquila decido volver al restaurante, para mi suerte mis padres aún no se habían ido; al verme ellos corren muy preocupados y me abrazan.

- Samantha, no vuelvas a hacernos esto por favor estábamos muy preocupados por ti.

- Lo siento padres espero que no sea muy tarde para la cena.

- No te preocupes por eso cariño, hablamos hace unos minutos con él y aplazamos la cena una hora.

- Bueno, entonces entremos, pero antes pasaré al baño no quiero que me vean de esta manera, al menos quiero dar una buena impresión.

- Esta bien cariño te esperamos en la mesa.

Entro rápidamente al baño e intento arreglar un poco mi maquillaje y limpiar los restos del maquillaje anterior. Cuando finalmente logro mejorar un poco mi aspecto, me dirijo hacia la mesa en la que se encontraban mis padres, logrando divisar que ya se encontraban con otra persona en la mesa, de hecho, una persona con un aspecto muy familiar, al llegar a la mesa me doy cuenta de quien se trataba.

- No lo puedo creer, ¿eres tu?

Foto multimedia Ryan

Enamorada de sus demonios (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora