Universalis Libri

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Ya había pasado una semana después de la aparición de algunos casos de seres sobrenaturales... así los llamaron los humanos.
Fui vagando de aldea​ en aldea​, en las cuales me encontré con agrupaciones de seres, preparandose para dominar el planeta, ya que veían que los seres humanos eran débiles. Me sorprendió lo rápido que se agrupaban, y mas en un planeta primitivo, en el que las aldeas se encuentran a kilómetros de unas de otras. Antes de atacar de frente, pensé en averiguar como se lograban comunicar tan rápido, y tambien prevenir de que no me esten esperando, aunque supuse que si.
Ya un mes de la fuga, me asenté en una aldea que era sumamente grande comparada con las otras-Estos humanos aun no tenían el sentido de civilización-. En la primera noche que estuve sucedió algo, se escucharon gritos desgarradores de fondo. Cogí mis armas ( las cuales oculte previamente)-Si, tenía un hechizo de ocultación para mis armas, ya que eran algo que no cuadraba en aquella época-, y me encontré con un tumulto de gente que rodeaban algo. Al acercarme vi que era un cadáver de una mujer totalmente descuartizada, y supe al instante de que ser se trataba, un Marmel, un ser metamorfico que podía adoptar la forma de cualquier ser viviente, y caníbal, los corazones eran su parte favorita, ya que carecen de él.
Me puse a buscar por los alrededores algo inusual, ya que hay una forma de detectar a estos seres era algo sencilla para alguien que supiese de su existencia, al tener la mandíbula enorme en su forma normal, tenían una especie de cicatriz de oreja a oreja. Vi una anciana que pasaba de todo, y los humanos tienen la gran habilidad de ser curiosos, así que la seguí. -En aquel momento no pensé que pudiera ser una trampa- La seguí hasta un callejón, donde de repente desapareció, y enseguida me puse en guardia, pero ya era tarde, cinco vampirias -No confundir con los vampiros, estos eran mas peligrosos y letales- me rodearon, me quede atónito con la velocidad con la que se reproducían, ya que un vampiria tarda un año en consumar su transformación. Me rendí al instante, se notaba que me querian vivo, y yo necesitaba saber que tramaban, no me salio tan mal la jugada o eso pensé.